El Espacio Bertelsmann de Madrid fue el escenario elegido para la presentación del libro ‘La solución pacífica’ de José Luis Rodríguez Zapatero, un evento que tuvo lugar el pasado martes. Acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y la politóloga Máriam Martínez-Bascuñán, el expresidente español reunió a un grupo de amigos y exministros que respaldaron su obra, entre ellos Pepe Blanco, Magdalena Álvarez y Miguel Sebastián.
En su discurso, Rodríguez Zapatero no escatimó elogios hacia figuras históricas como John Fitzgerald Kennedy y expresó su preocupación por la inacción de Occidente ante la crisis humanitaria en Palestina. Defendió fervientemente el europeísmo y el pacifismo, afirmando que la Unión Europea representa «el proyecto civilizatorio más elevado de la historia».
El libro ‘La solución pacífica’ se centra en la importancia del diálogo y la negociación como herramientas esenciales para resolver conflictos internacionales, en contraposición al uso de la fuerza. Zapatero, quien durante su mandato fue protagonista de momentos clave de negociación, como el proceso de paz con ETA y su postura sobre la guerra de Irak, argumenta que la paz se logra a través de soluciones políticas y no mediante la confrontación militar.
El expresidente destaca que el mundo actual enfrenta numerosos desafíos geopolíticos, incluyendo guerras, crisis humanitarias y tensiones internacionales. En este contexto, subraya la necesidad de que los gobiernos y las instituciones internacionales se comprometan con la diplomacia para prevenir la violencia y las guerras. Utiliza ejemplos históricos para ilustrar cómo la solución pacífica ha tenido éxito en diversas ocasiones, desde la descolonización hasta los acuerdos de paz en América Latina.
Sin embargo, Zapatero también reconoce las dificultades que conlleva este enfoque. La solución pacífica no siempre es sencilla ni garantiza el éxito, pero enfatiza que la persistencia en la diplomacia es la mejor opción para asegurar una convivencia armoniosa en la comunidad internacional. Además, dedica un espacio considerable a reflexionar sobre los valores que deben guiar la política exterior de un país, como la justicia, los derechos humanos y el multilateralismo.
A lo largo de su obra, Zapatero reivindica el papel de instituciones como la ONU, a pesar de sus limitaciones, como foros esenciales para fomentar el diálogo y resolver disputas. También aborda la relación de España con el resto del mundo, reflexionando sobre cómo su gobierno intentó posicionar al país como un puente entre Europa, América Latina y el mundo árabe, destacando la importancia de mantener relaciones equilibradas y constructivas con todas las regiones.
El libro también incluye un componente de autocrítica, donde el autor reconoce los retos y errores que, en su opinión, se cometieron durante su gestión en política exterior. Más que una simple memoria personal, ‘La solución pacífica’ se presenta como un llamado a la reflexión sobre el futuro de las relaciones internacionales y la necesidad de priorizar la paz y la diplomacia sobre la violencia.
En una aparición posterior en el programa ‘Más de uno’ de Carlos Alsina, Rodríguez Zapatero fue interrogado sobre su postura respecto a Rusia y la situación en Ucrania, así como sobre el rearme impulsado por el actual gobierno de Pedro Sánchez. Aunque esquivó algunas preguntas directas, enfatizó la necesidad de que Europa responda a la guerra arancelaria de Donald Trump, sugiriendo que la respuesta no debe centrarse únicamente en aranceles, sino en la creación de áreas de comercio libre a nivel global.
La presentación de ‘La solución pacífica’ no solo marca un hito en la carrera literaria de Rodríguez Zapatero, sino que también reitera su compromiso con la diplomacia y la paz en un mundo cada vez más polarizado y conflictivo.