En un avance significativo para la construcción moderna, la empresa ferroviaria West Japan Railway (JR West) ha completado la primera estación de tren del mundo impresa en 3D. Este innovador proyecto se llevó a cabo en la prefectura de Wakayama, donde la nueva estación de Hatsushima reemplaza a una antigua estructura de madera que se encontraba en mal estado. La construcción de esta estación no solo marca un hito en la arquitectura, sino que también establece un nuevo estándar en términos de eficiencia y sostenibilidad en la edificación.
La estación, que tiene una altura de 2.6 metros y una superficie de aproximadamente 10 metros cuadrados, fue ensamblada en un tiempo récord de solo dos horas y media. Este proceso se realizó fuera del horario de servicio de los trenes, lo que minimizó las interrupciones en el tráfico ferroviario. La rapidez de la construcción es uno de los aspectos más destacados de esta técnica, que promete revolucionar la forma en que se construyen infraestructuras en el futuro.
El edificio impreso en 3D fue fabricado utilizando un mortero especial y una impresora 3D, con refuerzos de acero en su interior y un relleno de concreto que le otorga una resistencia comparable a la de las construcciones de concreto reforzado. Este enfoque no solo reduce el tiempo de construcción, sino que también disminuye significativamente los costos, estimándose que la nueva estación costó la mitad de lo que habría costado construirla con métodos tradicionales.
La decisión de reemplazar la antigua estación de madera fue anunciada el 11 de marzo de 2025, y la construcción se completó antes del 26 de marzo. La estación de Hatsushima se abrirá al público en julio de este año, y se espera que sirva como un modelo para futuras construcciones en el sector ferroviario.
Uno de los beneficios más importantes de la impresión 3D en la construcción es su potencial para utilizar materiales reciclados y ecológicos. Esto no solo ayuda a reducir el desperdicio de materiales, sino que también disminuye la huella de carbono asociada a la construcción tradicional. JR West ha expresado su intención de aplicar esta tecnología en la reconstrucción de otras estaciones ferroviarias en el futuro, destacando la rapidez, eficacia y economía que ofrece.
La impresión 3D en la construcción no es solo una tendencia pasajera; se prevé que en el futuro se puedan construir viviendas y otras estructuras en menos de un día. Esto sería especialmente valioso en situaciones de emergencia, como desastres naturales, donde la necesidad de refugio inmediato es crítica. Además, la tecnología permite la creación de diseños personalizados que se adaptan a las necesidades específicas de cada proyecto.
Con el avance de la robótica y la inteligencia artificial, se espera que las impresoras 3D se vuelvan cada vez más autónomas, capaces de realizar tareas complejas con mínima intervención humana. Esto podría abrir la puerta a aplicaciones en una variedad de proyectos de infraestructura, incluyendo puentes, túneles y edificios públicos, transformando así la manera en que se desarrollan las ciudades modernas.
La estación de tren impresa en 3D en Japón es un ejemplo claro de cómo la innovación tecnológica puede cambiar el panorama de la construcción. A medida que más empresas y gobiernos adopten estas técnicas, es probable que veamos un cambio significativo en la forma en que se diseñan y construyen las infraestructuras en todo el mundo. La combinación de rapidez, eficiencia y sostenibilidad que ofrece la impresión 3D podría ser la clave para enfrentar los desafíos de urbanización y cambio climático en el futuro.