El sector de telecomunicaciones en España ha enfrentado un desafío significativo, con una caída del 2,4% en los ingresos minoristas durante el cuarto trimestre de 2024, alcanzando un total de 5.868 millones de euros. Este descenso se ha dado a conocer a través de los últimos datos publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), lo que ha generado preocupación entre los operadores y analistas del mercado.
A pesar de la disminución en los ingresos minoristas, la facturación mayorista, que incluye los servicios prestados entre operadores, se mantuvo estable. Esto sugiere que, aunque los consumidores están gastando menos en servicios de telecomunicaciones, la actividad entre las empresas del sector sigue siendo robusta. Los tres principales operadores, Movistar, Vodafone y Masorange, dominaron el mercado, concentrando el 78,7% de los ingresos del sector en el último trimestre.
Los datos también revelan que los ingresos de estos operadores fueron inferiores a los del mismo periodo del año anterior, lo que indica una tendencia preocupante en un mercado que ya enfrenta una intensa competencia. Además, los dos principales operadores de televisión en abierto también experimentaron una caída en sus ingresos, lo que refleja un cambio en las preferencias de los consumidores hacia plataformas de streaming y otros servicios digitales.
En cuanto a la infraestructura, el total de accesos instalados a redes de nueva generación (NGA) alcanzó los 86,6 millones, lo que representa un incremento del 1,1% en comparación con el año anterior. Este crecimiento es alentador, ya que indica que la inversión en infraestructura sigue siendo una prioridad para los operadores, a pesar de la disminución en los ingresos.
Particularmente, el acceso a fibra hasta el hogar (FTTH) mostró un crecimiento notable, alcanzando 78,6 millones de entradas, un aumento respecto a los 77,6 millones de diciembre de 2023. Este crecimiento en la fibra es crucial, dado que el 89,3% de las líneas de banda ancha en España son ahora de fibra, lo que sugiere que los consumidores están optando por conexiones más rápidas y eficientes.
En el ámbito de la banda ancha fija, de los 18,8 millones de conexiones activas, 18,2 millones tienen una velocidad contratada de 100 Mbps o superior, lo que representa un aumento de 1,5 millones en comparación con diciembre de 2023. De estas, el 29,5% corresponde a velocidades de 1 Gbps o más, lo que indica una creciente demanda por velocidades de conexión más altas.
En el sector de líneas móviles, se registraron 62,1 millones de líneas, de las cuales el 88,2% cuenta con conexión a Internet. Movistar, Masorange y Vodafone controlan el 86,3% de estas líneas, lo que demuestra su dominio en el mercado móvil. El tráfico de banda ancha móvil también ha crecido, alcanzando 2,3 millones de Terabytes en el cuarto trimestre de 2024, lo que representa un aumento del 12,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
La caída en los ingresos minoristas puede atribuirse a varios factores, incluyendo la saturación del mercado, la competencia de nuevos entrantes y la creciente popularidad de servicios alternativos como plataformas de streaming y aplicaciones de mensajería que ofrecen servicios de comunicación a bajo costo o incluso de forma gratuita. Además, la presión sobre los precios y la necesidad de ofrecer servicios diferenciados se han vuelto más críticas que nunca para los operadores tradicionales.
A medida que el sector se adapta a estos cambios, es probable que los operadores busquen nuevas estrategias para atraer y retener clientes, incluyendo la mejora de la calidad del servicio, la expansión de la cobertura de red y la diversificación de sus ofertas de productos. La inversión en tecnología y la innovación serán claves para que las empresas de telecomunicaciones puedan navegar por este entorno desafiante y seguir siendo competitivas en el futuro.