El mundo literario y cultural se encuentra de luto tras la muerte de Mario Vargas Llosa, el célebre escritor peruano y Premio Nobel de Literatura, quien falleció el 14 de abril de 2025 en Lima, a la edad de 89 años. La noticia fue confirmada por sus hijos, quienes comunicaron que el autor murió rodeado de su familia, aunque no se han especificado las causas de su deceso.
Vargas Llosa es recordado como uno de los últimos exponentes del boom literario latinoamericano, un movimiento que revolucionó la literatura en español durante las décadas de 1960 y 1970. Su vasta obra incluye títulos emblemáticos como ‘La ciudad y los perros’, ‘La casa verde’ y ‘Conversación en La Catedral’, que han dejado una huella indeleble en la narrativa contemporánea. Sus novelas más recientes, como ‘La fiesta del Chivo’ y ‘Travesuras de la niña mala’, consolidaron aún más su reputación como uno de los grandes narradores de su tiempo.
En un comunicado, su familia expresó su dolor por la pérdida, pero también su esperanza de que los lectores encuentren consuelo en la rica obra que Vargas Llosa dejó atrás. «Su partida entristecerá a sus parientes, a sus amigos y a sus lectores alrededor del mundo, pero esperamos que encuentren consuelo, como nosotros, en el hecho de que gozó de una vida larga, múltiple y fructífera», señalaron.
A lo largo de su carrera, Vargas Llosa no solo se destacó en la narrativa, sino que también incursionó en el ensayo con obras como ‘La tentación de lo imposible’ y ‘El viaje a la ficción’. Su pasión por las artes escénicas lo llevó a colaborar en producciones teatrales, y su última novela, ‘Le dedico mi silencio’, fue publicada en 2023, marcando el cierre de una trayectoria literaria excepcional.
La muerte de Vargas Llosa también simboliza el final de una era en la literatura latinoamericana. Junto a figuras como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Carlos Fuentes, Vargas Llosa fue un pilar fundamental del boom, un fenómeno que catapultó la literatura de la región a un reconocimiento global. Este movimiento, impulsado por editores como Carmen Balcells, permitió que las voces latinoamericanas resonaran en todo el mundo.
Además de su legado literario, Vargas Llosa fue un pensador controvertido y un activo participante en la política peruana. En 1987, se opuso abiertamente al gobierno de Alan García, lo que le valió un lugar destacado en la oposición política. Su activismo lo llevó a postularse a la presidencia del Perú en 1990, aunque fue derrotado por Alberto Fujimori. A pesar de sus fracasos electorales, su influencia en la política y la cultura del país fue significativa.
Vargas Llosa también fue conocido por sus posturas liberales en un contexto donde predominaban las ideologías de izquierda. Su relación con la política se mantuvo activa a lo largo de su vida, y en sus últimos años se acercó a figuras del Partido Popular en España, reflejando su evolución ideológica.
En el ámbito personal, Vargas Llosa tuvo una vida amorosa tumultuosa. Se casó con Julia Urquidi en 1955, pero se divorció en 1964. Posteriormente, mantuvo una relación con su prima Patricia Llosa, con quien estuvo casado durante varias décadas. En los últimos años de su vida, tuvo un romance muy mediático con la española Isabel Preysler, lo que atrajo la atención de los medios de comunicación.
La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de reacciones en el mundo literario y cultural. Muchos han expresado su tristeza y han recordado su impacto en la literatura y la sociedad. La figura de Vargas Llosa seguirá siendo objeto de estudio y admiración, y su obra continuará inspirando a futuras generaciones de escritores y lectores.
A pesar de su muerte, el legado de Mario Vargas Llosa perdurará en las páginas de sus libros y en la memoria de aquellos que lo leyeron y se dejaron llevar por su prosa magistral. Su influencia en la literatura y la cultura latinoamericana es innegable, y su voz seguirá resonando en el tiempo.