La Semana Santa en Madrid se ha convertido en un evento de gran relevancia cultural y religiosa, y uno de sus rostros más emblemáticos es Inmaculada Galván. Con más de tres décadas de experiencia en la cobertura de esta festividad, Galván ha sido testigo de la evolución y el crecimiento del fervor religioso en la capital española. Este año, se cumplen 31 años desde que comenzó a transmitir la Semana Santa en Telemadrid, un viaje que ha estado marcado por el compromiso y la pasión por la tradición.
Nacida en Carabanchel, Inmaculada ha vivido la Semana Santa de una manera muy personal y familiar. Aunque su hogar no tenía una tradición cofrade, sí heredó las creencias religiosas de sus padres. «Las procesiones son catequesis en las calles de Madrid», explica, reflejando su deseo de transmitir esos valores a sus hijas. A pesar de que la Semana Santa es una de las semanas más estresantes del año para ella, la preparación para la cobertura comienza meses antes, asegurando que cada detalle esté bajo control.
Este 2025, Galván ofrecerá cerca de 50 horas de transmisión en directo bajo el especial ‘Madrid Directo Especial Semana Santa’. La periodista destaca que la Semana Santa en Madrid no es comparable a la de otras regiones con mayor tradición, como Andalucía o Castilla y León, pero el interés ha ido en aumento. «Hay cientos de miles de personas que se congregan en las procesiones madrileñas en un solo día», comenta, subrayando la diversidad de motivaciones que llevan a la gente a participar, desde la devoción hasta la curiosidad.
La evolución de la Semana Santa en Madrid ha sido notable. Galván señala que las procesiones de hoy son muy diferentes a las de hace 31 años. El crecimiento en la riqueza y devoción de las celebraciones ha sido evidente, así como el aumento de la atención por parte de las administraciones. «Aquí podemos encontrar procesiones sevillanas, malagueñas, castellanas… y la basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, que atrae a visitantes de toda España», añade.
A lo largo de su carrera, Inmaculada ha desarrollado una sensibilidad especial para transmitir la Semana Santa, reconociendo que es un evento que toca profundamente a los creyentes. «No se trata solo de un acontecimiento cultural, sino de una circunstancia religiosa», aclara. Esto implica un lenguaje específico y una consideración cuidadosa para no ofender las creencias de los demás.
Cuando se le pregunta sobre su relación con la Semana Santa antes de asumir el papel de presentadora, Galván confiesa que siempre ha sido creyente católica, pero fue su trabajo en Telemadrid lo que la llevó a profundizar en la festividad. La periodista ha observado cómo el fervor ha crecido en Madrid, con un aumento en la participación de las nuevas generaciones en las cofradías, lo que ha contribuido a revitalizar la tradición.
«La Semana Santa en Madrid se ha puesto de moda», afirma Galván, quien también destaca el trabajo social que realizan las hermandades a lo largo del año, más allá de las procesiones. Este aspecto es fundamental para entender la verdadera esencia de la celebración, que va más allá de lo visible en las calles durante la semana.
A medida que se acerca el inicio de las procesiones, Galván se muestra optimista sobre el futuro de la Semana Santa en Madrid. Aunque reconoce que llegará un momento en que tendrá que ceder el testigo, su deseo es que quien lo haga lo haga con el mismo cariño y dedicación que ella ha puesto en su trabajo. En su corazón, aún espera que llegue el día en que haya un Resucitado en la capital, un símbolo que aún no se ha materializado.
La Semana Santa en Madrid, con sus diversas tradiciones y su creciente popularidad, sigue siendo un evento que une a la comunidad, y la voz de Inmaculada Galván resuena como un faro de devoción y compromiso en la transmisión de esta rica herencia cultural y religiosa.