El Príncipe de Gales, William, disfrutó de una memorable noche en París junto a su hijo mayor, el Príncipe George. La pareja real viajó a la capital francesa para asistir a un emocionante partido de la UEFA Champions League entre el Paris Saint-Germain F.C. y el Aston Villa F.C. el 9 de abril. Este evento marcó un momento especial para William, quien compartió su entusiasmo con TNT Sports, describiendo la ocasión como un «gran evento» para él y su hijo. «He traído a mi hijo, así que estoy en mi mejor comportamiento», comentó el príncipe, quien es un ferviente aficionado del Aston Villa.
La importancia de esta experiencia para William radica en que, como hincha del Aston Villa, había pasado 43 años desde que un evento de esta magnitud se había presentado en su vida. «Quiero que George experimente una noche fuera de casa en una gran competencia europea», agregó. La conexión emocional que siente por el fútbol y la oportunidad de compartirla con su hijo es algo que considera fundamental.
Mientras George, de 11 años, lo acompañaba en el partido, William mencionó que había dejado a sus otros dos hijos, la Princesa Charlotte y el Príncipe Louis, en casa, probablemente disfrutando del partido a través de la televisión. A pesar de su preferencia por el Aston Villa, el príncipe ha expresado que está abierto a que sus hijos elijan sus propios equipos de fútbol. «No todos tienen que ser aficionados del Villa», dijo.
En una entrevista reciente, William explicó que espera que sus hijos encuentren sus propios equipos a medida que crecen. «Intento no ser parcial, pero obviamente ven cuán apasionado soy por el Villa y ven los partidos conmigo», comentó. A pesar de su inclinación natural hacia el Aston Villa, William ha mencionado que sus hijos también tienen camisetas de otros equipos y que han sido cortejados por otros clubes.
El partido en París no resultó como William y George esperaban, ya que el Aston Villa fue derrotado por el Paris Saint-Germain con un marcador de 3-1. Sin embargo, el príncipe se mostró optimista sobre el futuro, publicando en su cuenta de X: «Una gran noche en la Champions League bajo las luces. No fue el resultado que queríamos, pero ¡no ha terminado! ¡Que venga el segundo partido en Villa Park!».
Antes del partido, William compartió que tenía sus «prendas de la suerte» y su rutina habitual para atraer buena fortuna. En una conversación anterior, había revelado que tiene ciertas supersticiones cuando ve los partidos. «Si estoy solo en casa con los niños, probablemente no me tome la cerveza previa al partido, pero tengo un poco de superstición sobre dónde me siento cuando los veo», confesó. Si el equipo no está jugando bien, tiende a moverse por la casa y cambiar a los niños de lugar, con la esperanza de que eso cambie la suerte del Aston Villa.
La noche en París no solo fue una oportunidad para disfrutar del fútbol, sino también para crear recuerdos significativos entre padre e hijo. William ha enfatizado la importancia de estos momentos en familia, especialmente en un entorno tan emocionante como un partido de fútbol en una de las ciudades más icónicas del mundo.
A pesar de la derrota, el Príncipe William y el Príncipe George regresaron a casa con una experiencia que seguramente recordarán por muchos años. La conexión entre ellos, reforzada por su amor por el fútbol, es un testimonio del vínculo familiar que se forma a través de momentos compartidos y experiencias significativas.