Las relaciones de pareja son un tema complejo y multifacético que ha sido objeto de estudio y reflexión a lo largo de los años. A menudo, se nos enseña que el amor es suficiente para mantener una relación saludable y duradera. Sin embargo, esta creencia puede llevar a desilusiones y crisis cuando la realidad demuestra que el amor por sí solo no es suficiente. Sebastián Girona, psicólogo especializado en vínculos afectivos, ha abordado este tema en su reciente publicación, «Te quiero pero no funciona», donde ofrece una perspectiva renovada sobre cómo construir y mantener relaciones satisfactorias.
### El Mito del Amor Todo Poderoso
Desde pequeños, muchos de nosotros hemos crecido con la idea de que el amor puede superar cualquier obstáculo. Este mito, aunque romántico, puede resultar perjudicial. Girona señala que, si bien el amor es un componente esencial de cualquier relación, no es el único factor que determina su éxito. La vida cotidiana, las expectativas y la comunicación son igualmente importantes. En su experiencia clínica, ha observado que muchas parejas que se enfrentan a crisis no carecen de amor, sino que enfrentan problemas en la forma en que ese amor se expresa y se vive.
Una de las claves que Girona destaca es la necesidad de establecer un «contrato de pareja». Este concepto no se refiere a un acuerdo formal, sino a un entendimiento tácito sobre lo que cada miembro de la pareja espera del otro. Este contrato evoluciona con el tiempo y es fundamental revisarlo periódicamente, ya que las necesidades y expectativas pueden cambiar. Cuando una pareja no logra renegociar este contrato, puede surgir el malestar y, eventualmente, la crisis.
### La Distribución del Poder en la Relación
Otro aspecto crucial que Girona aborda es la distribución del poder dentro de la relación. En muchas parejas, uno de los miembros puede sentir que está poniendo más esfuerzo que el otro, lo que genera una asimetría en la relación. Esta dinámica puede llevar a que la persona que pone menos esfuerzo tenga más poder, lo que a su vez puede resultar en un desequilibrio que afecte la salud de la relación.
Girona explica que es común que las parejas establezcan roles asimétricos desde el principio. Por ejemplo, en relaciones heterosexuales, a menudo se observa que el hombre tiene más derechos y menos obligaciones que la mujer. Esta desigualdad puede ser difícil de cambiar una vez que se ha establecido, y es fundamental que ambos miembros de la pareja sean conscientes de esta dinámica. La redistribución del poder es esencial para que ambos se sientan valorados y escuchados.
Los síntomas de una mala distribución del poder pueden ser sutiles pero significativos. Por ejemplo, si uno de los miembros de la pareja siempre toma las decisiones importantes, como dónde vivir o qué actividades realizar, esto puede indicar una falta de equilibrio. Girona enfatiza que es saludable que la persona que se siente incómoda en la relación exprese su necesidad de cambios. Ignorar estas señales puede llevar a un deterioro mayor de la relación.
### Fortaleciendo el ‘Nosotros’
Un tercer pilar que Girona menciona es el fortalecimiento del «nosotros». Este concepto se refiere a la creación de un sentido de unidad dentro de la relación, donde ambos miembros mantienen su individualidad pero también trabajan juntos hacia objetivos comunes. Fomentar un vínculo basado en intereses compartidos puede ayudar a las parejas a enfrentar crisis y crecer como equipo.
La construcción de este sentido de unidad implica comunicación abierta y honesta, así como la disposición a comprometerse. Las parejas que logran establecer un «nosotros» sólido son más capaces de enfrentar los desafíos que se presentan en el camino. Girona sugiere que las parejas dediquen tiempo a actividades conjuntas que fortalezcan su conexión, ya sea a través de hobbies compartidos, viajes o simplemente momentos de calidad juntos.
### Reflexiones Finales
La obra de Sebastián Girona ofrece una mirada profunda y práctica sobre cómo las parejas pueden trabajar para mejorar su relación. Al reconocer que el amor no es suficiente y que otros factores como la comunicación, la distribución del poder y la creación de un sentido de unidad son esenciales, las parejas pueden encontrar un camino hacia relaciones más saludables y satisfactorias. En última instancia, el compromiso mutuo y la disposición a trabajar juntos son las claves para construir un vínculo duradero que resista la prueba del tiempo.