Este miércoles, 7 de mayo de 2025, los cardenales se reunirán en Roma para dar inicio al Cónclave que elegirá al próximo Papa, tras el fallecimiento de Francisco. La primera votación está programada para la tarde del mismo día, aunque se anticipa que podría haber una fumata negra, lo que indicaría que no se ha llegado a un consenso entre los purpurados. Desde el fallecimiento del Papa argentino, las apuestas han comenzado a posicionar a varios candidatos, siendo el cardenal filipino Luis Antonio Tagle uno de los principales aspirantes. Sin embargo, las tendencias han cambiado en los últimos días, lo que ha llevado a otros nombres a ganar relevancia en la carrera por el papado.
### Candidatos Principales y sus Características
A pocas horas del inicio del Cónclave, el actual secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, ha emergido como el favorito para suceder a Francisco. Las casas de apuestas le otorgan un 27% de probabilidades de convertirse en el nuevo Papa, superando al 23% que mantiene Tagle. Parolin, de 70 años, es un cardenal italiano con una sólida trayectoria diplomática, habiendo desempeñado un papel crucial en acuerdos internacionales, como el pacto con China. Su perfil moderado y pragmático lo posiciona como una opción de consenso entre las diferentes facciones del Colegio Cardenalicio.
Sin embargo, la historia no juega a favor de Parolin, ya que solo tres secretarios de Estado han llegado al papado en la historia de la Iglesia. Además, algunos analistas sugieren que su experiencia política podría no alinearse con la búsqueda de un pastor cercano a los fieles, como lo fue Francisco. En este sentido, su breve experiencia como vicepárroco, que abarcó solo dos años, podría ser un factor limitante en su candidatura.
Por detrás de Parolin y Tagle, otros nombres han comenzado a resonar en el ámbito del Cónclave. El cardenal ghanés Peter Turkson y el italiano Matteo Zuppi se encuentran en una posición similar, con un 13% de probabilidades cada uno. Turkson, conocido por su enfoque en la justicia social y el desarrollo sostenible, podría atraer a aquellos que buscan un liderazgo más progresista. Por otro lado, Zuppi, arzobispo de Bolonia, es visto como un candidato que podría continuar con la línea reformista de Francisco, aunque su perfil es menos conocido a nivel internacional.
### Candidatos Alternativos y la Influencia de la Geopolítica
Además de los favoritos, hay otros candidatos que han comenzado a ganar relevancia. Algunos analistas han descartado a figuras que han sido abiertamente críticas con el legado de Francisco, como el estadounidense Raymond Leo Burke y el guineano Robert Sarah. Burke, apoyado por sectores conservadores, representa una postura que se opone a muchas de las reformas impulsadas por el Papa argentino. Su edad y su historial de controversias podrían limitar su apoyo dentro del Cónclave.
Por otro lado, el patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, ha emergido como un candidato serio. A sus 60 años, es considerado joven para los estándares papales y su experiencia en una región de alta tensión como Medio Oriente podría ser vista como un activo valioso. Su enfoque en el diálogo interreligioso y su capacidad para abordar temas complejos podrían atraer a los cardenales que buscan un líder con una perspectiva global.
La geopolítica también juega un papel crucial en esta elección. La Iglesia Católica está viendo un crecimiento significativo en Asia y África, lo que ha llevado a muchos a especular que el próximo Papa podría ser no europeo. Luis Antonio Tagle, mencionado anteriormente, es un claro ejemplo de esta tendencia, ya que su capacidad para unificar facciones dentro del Colegio Cardenalicio podría ser un factor decisivo en su candidatura. En África, aunque hay líderes influyentes, como el congoleño Fridolin Ambongo Besungu, su falta de reconocimiento en Roma podría dificultar sus aspiraciones.
El Cónclave de 2025 se presenta como un momento crucial para la Iglesia Católica, no solo por la elección de un nuevo Papa, sino también por la dirección que tomará la institución en un mundo cada vez más polarizado. Con candidatos que representan una variedad de enfoques y visiones, la decisión que tomen los cardenales podría tener un impacto duradero en la Iglesia y su papel en la sociedad contemporánea. A medida que se acerca la fecha del Cónclave, la atención del mundo estará centrada en Roma, donde se decidirá el futuro de la Iglesia Católica.