La reciente ceremonia de entrega de la Medalla a la Promoción de los Valores de Igualdad ha sido un momento significativo para recordar y honrar a aquellos que, hace dos décadas, jugaron un papel crucial en la aprobación de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Este reconocimiento, otorgado por el Ministerio de Igualdad, destaca la importancia de la lucha contra la violencia machista y la necesidad de seguir avanzando en la búsqueda de una sociedad más justa e igualitaria.
La entrega de esta medalla se llevó a cabo en la sede de la Delegación del Gobierno de Canarias, donde se reunieron figuras clave como José Mendoza, Román Rodríguez y Gustavo Santana, quienes recibieron la distinción en un acto que también contó con la presencia de Anselmo Pestana, delegado del Gobierno en Canarias. Durante su discurso, Pestana enfatizó que la ley ha sido un referente no solo en España, sino también en otros países, incluidos aquellos del norte de Europa, que han seguido el ejemplo de España en la lucha contra la violencia de género.
### Un Legado de Lucha y Compromiso
La Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, aprobada hace 20 años, ha sido un hito en la historia legislativa de España. Esta norma no solo busca proteger a las víctimas de violencia machista, sino que también establece medidas de prevención y sensibilización en la sociedad. Durante la ceremonia, Anselmo Pestana recordó que, a pesar de los avances logrados, aún queda un largo camino por recorrer. Las estadísticas son alarmantes: desde 2003, se han registrado 1.302 asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, lo que pone de manifiesto que la violencia de género sigue siendo un problema grave que requiere atención y acción continua.
José Mendoza, uno de los galardonados, dedicó su reconocimiento a todas las personas que luchan por la inclusión y el respeto a las diferencias. Su mensaje fue claro: la lucha por la igualdad no se limita a un grupo específico, sino que debe ser un esfuerzo colectivo que involucre a toda la sociedad. Mendoza subrayó la importancia del diálogo y el respeto mutuo como pilares fundamentales para construir un mundo mejor.
Por su parte, Román Rodríguez destacó el papel del movimiento feminista en la creación de esta ley. Recordó que la norma no surgió de la nada, sino que fue el resultado de años de lucha y reivindicación por parte de la sociedad civil. Esta ley, según Rodríguez, es un ejemplo de cómo la ciudadanía puede influir en la política y generar cambios significativos en la legislación. Sin embargo, también hizo un llamado a no conformarse con lo logrado hasta ahora, ya que las cifras de violencia machista siguen siendo inaceptables.
### La Necesidad de Mantener la Lucha
Gustavo Santana, otro de los homenajeados, hizo un llamado a la militancia y a la acción. En su discurso, enfatizó que, aunque han pasado 20 años desde la aprobación de la ley, los problemas relacionados con la violencia de género siguen presentes y, en algunos casos, están resurgiendo. Santana instó a todos a ser conscientes de la situación actual y a actuar desde la militancia, independientemente del lugar en el que se encuentren. Su mensaje fue claro: la lucha por la igualdad y la erradicación de la violencia machista debe ser una prioridad constante.
La ceremonia no solo fue un momento de celebración, sino también una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que aún enfrenta la sociedad en la lucha contra la violencia de género. Las palabras de los galardonados resonaron en el auditorio, recordando a todos los presentes que la lucha por la igualdad es un camino que requiere esfuerzo continuo y compromiso por parte de todos.
El reconocimiento a estas figuras canarias es un recordatorio de que el cambio es posible y que, a través de la acción colectiva, se pueden lograr avances significativos en la lucha contra la violencia de género. La historia de la ley y su impacto en la sociedad española son un testimonio del poder de la ciudadanía y del movimiento feminista, que han sido fundamentales en la creación de un marco legal que protege a las víctimas y promueve la igualdad.
A medida que se avanza en esta lucha, es esencial que la sociedad mantenga el foco en la erradicación de la violencia machista y en la promoción de una cultura de respeto e igualdad. La entrega de la Medalla a la Promoción de los Valores de Igualdad es un paso más en este camino, pero no debe ser el último. La lucha continúa, y cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la construcción de un futuro más justo y equitativo para todos.