La actividad sísmica en el Teide ha captado la atención de científicos y autoridades en las últimas semanas. En un periodo de diez días, se han registrado 34 terremotos de baja intensidad, todos ellos sin repercusiones en la población. Este fenómeno ha llevado a los expertos a intensificar la vigilancia sobre el volcán, aunque hasta el momento no se han encontrado indicios que sugieran una erupción inminente.
### Vigilancia y Análisis de la Actividad Sísmica
El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha sido el encargado de monitorear la actividad sísmica en la zona, junto con el Instituto Vulcanológico de Canarias (Involcan). Según Itahiza Domínguez, director del IGN, el reciente aumento en la actividad sísmica es parte de un patrón normal, especialmente tras un incremento en la actividad volcánica observado desde 2023. Domínguez ha enfatizado que no hay señales que indiquen una erupción a corto plazo, lo que proporciona un alivio a la población local.
La mayoría de los sismos registrados en este último repunte han tenido magnitudes inferiores a 1,7, lo que los clasifica como de baja intensidad. Sin embargo, la vigilancia se mantiene activa, ya que cualquier cambio en la frecuencia o magnitud de los sismos podría ser indicativo de un cambio en la actividad volcánica. Desde 2016, se ha observado un aumento en los seísmos de baja magnitud, lo que ha llevado a los científicos a estar en alerta constante.
### El Corazón Caliente del Teide
Investigaciones recientes han revelado la existencia de bolsas de magma a menos de 10 kilómetros de profundidad bajo el cráter del Teide. Este descubrimiento fue posible gracias a un estudio de tomografía sísmica realizado por un equipo de científicos de diversas instituciones, incluyendo el Instituto Trofimuk de Geología y Geofísica del Petróleo en Rusia y la Universidad de Granada. Estas bolsas de magma, descritas por primera vez en 2023, son consideradas el «corazón caliente» del Teide y están relacionadas con los movimientos sísmicos observados.
La actividad sísmica en el Teide no es un fenómeno nuevo. Desde hace años, se han registrado cambios en la sismicidad, geodésica y geoquímica de la zona. Estos cambios han sido interpretados como un posible aumento de la presión en el sistema hidrotermal bajo la isla, lo que sugiere que la vigilancia debe ser intensificada. A pesar de los recientes sismos, el semáforo volcánico de Involcan se mantiene en verde, indicando que no hay riesgo de erupción a corto plazo.
Los expertos han identificado áreas específicas en la isla donde la sismicidad es más alta, como Las Cañadas y las cumbres de Adeje y Vilaflor. En junio y julio de 2023, se registró un enjambre sísmico a 40 kilómetros bajo Santiago del Teide, lo que subraya la necesidad de un monitoreo constante. La última serie de sismos se ha concentrado en dos puntos: uno en el valle de La Orotava y otro en los altos de Vilaflor y Guía de Isora, algunos de los cuales están dentro del Parque Nacional del Teide.
La comunidad científica continúa analizando los datos y patrones de actividad sísmica en la región. Aunque el aumento en la actividad sísmica puede ser motivo de preocupación, los expertos insisten en que no hay indicios claros de que se esté gestando una erupción. Sin embargo, la posibilidad de que esto ocurra a medio o largo plazo no puede ser descartada, lo que justifica la vigilancia continua.
El Teide, con sus 3.715 metros de altitud, es el pico más alto de España y un volcán que ha sido objeto de estudio durante décadas. La historia geológica del Teide es rica y compleja, con múltiples erupciones a lo largo de los últimos 200,000 años. La última erupción significativa ocurrió en 1909 en el volcán Chinyero, y desde entonces, la actividad volcánica ha sido relativamente tranquila.
La vigilancia de la actividad volcánica en el Teide es crucial no solo para la seguridad de los residentes de Tenerife, sino también para la comprensión de los procesos geológicos que dan forma a la isla. La colaboración entre diferentes instituciones científicas es fundamental para interpretar correctamente los datos y proporcionar información precisa a las autoridades y a la población.
En resumen, aunque el reciente repunte de sismos bajo el Teide ha generado inquietud, los expertos aseguran que no hay motivos para alarmarse. La vigilancia se mantendrá activa, y cualquier cambio significativo en la actividad sísmica será analizado con la seriedad que merece. La ciencia continúa avanzando en su comprensión de este majestuoso volcán, que sigue siendo un símbolo de la belleza y la fuerza de la naturaleza en Canarias.