La reciente declaración de la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcárcel, ha marcado un hito en la política de defensa de España. En un desayuno informativo celebrado en Madrid, Valcárcel anunció que el Gobierno ha decidido iniciar un proceso de abandono total de la adquisición de armamento y tecnología militar proveniente de Israel. Esta decisión se enmarca en un contexto de creciente tensión internacional y ha generado reacciones tanto dentro del Gobierno como en la oposición.
### Contexto de la decisión
La decisión de España de desvincularse de la tecnología militar israelí se produce en un momento crítico, tras el inicio de la ofensiva israelí en Gaza. Valcárcel enfatizó que desde el comienzo de este conflicto no ha habido ninguna adquisición de armamento o tecnología de Israel, lo que refleja un cambio significativo en la política de defensa del país. La secretaria de Estado subrayó que los programas y proyectos que se habían iniciado antes de la invasión no corren peligro y continúan desarrollándose según lo previsto.
Este cambio de rumbo ha generado tensiones dentro del Gobierno, especialmente con los socios de coalición como Sumar y Podemos, quienes han expresado su descontento por las promesas incumplidas del presidente Pedro Sánchez. Además, partidos nacionalistas de izquierda como EH Bildu, ERC y BNG han mostrado su apoyo a la causa palestina, lo que añade una capa adicional de complejidad a la situación política.
Valcárcel fue clara al afirmar que «no hay armamento sujeto a ningún tipo de compraventa con el Estado de Israel», aunque reconoció que algunos programas de defensa tienen dependencias tecnológicas de empresas israelíes. Esto plantea interrogantes sobre la capacidad de España para mantener su infraestructura de defensa sin recurrir a tecnología extranjera.
### La búsqueda de independencia tecnológica
Uno de los objetivos más ambiciosos del Gobierno español es alcanzar una mayor autonomía tecnológica en sus programas de defensa. Valcárcel destacó que el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, que está en desarrollo, busca establecer las bases para esta desconexión progresiva de la dependencia de Israel. Este plan se centra en la soberanía tecnológica y la autonomía estratégica, elementos clave para garantizar que España pueda desarrollar sus capacidades de defensa sin depender de fuentes externas.
La secretaria de Estado explicó que este «plan de desconexión» se encuentra en fase de desarrollo y que el Ministerio de Defensa ya ha informado a la industria española sobre sus detalles. La meta es reducir gradualmente la dependencia de Israel hasta alcanzar lo que Valcárcel denomina el «objetivo O», un objetivo que considera solo posible con la implementación efectiva de este plan.
La búsqueda de independencia tecnológica también se refleja en el desarrollo de nuevos sistemas de armamento. Por ejemplo, se ha abordado la inquietud sobre la tecnología detrás del Sistema Lanzador de Misiles (SILAM), asegurando que la transferencia tecnológica necesaria ya se ha completado. Esto permite a España avanzar en la creación de un lanzacohetes propio, lo que representa un paso significativo hacia la autosuficiencia en defensa.
Además, se están explorando alternativas en el ámbito internacional para asegurar que la falta de tecnología israelí no frene los avances en defensa. Países como Brasil y Corea del Sur han sido mencionados como posibles socios en el desarrollo de capacidades militares, lo que podría diversificar las fuentes de tecnología y reducir la dependencia de un solo país.
La situación actual también plantea desafíos en la producción de armamento existente, como los misiles Spike y los sistemas de comunicación de los cazas Eurofighter. Sin embargo, Valcárcel ha transmitido un mensaje de tranquilidad, asegurando que la mayoría de estos sistemas se construyen en España con tecnologías ya transferidas.
La reforma de la ley para formalizar el embargo de armas a Israel también está en marcha, lo que refleja un compromiso político con esta nueva dirección en la política de defensa. Valcárcel ha expresado su respeto por la tramitación parlamentaria de esta ley, subrayando la necesidad de una respuesta clara ante las acciones de las Fuerzas de Defensa israelíes en Gaza.
En resumen, la decisión de España de alejarse de la tecnología militar israelí representa un cambio significativo en su política de defensa. Con un enfoque en la independencia tecnológica y la diversificación de fuentes, el Gobierno busca establecer una base sólida para el futuro de la defensa nacional, en un contexto internacional cada vez más complejo y desafiante.