El patrimonio histórico de Canarias es un tesoro invaluable que refleja la rica historia y cultura de las islas. Sin embargo, la preservación de este legado enfrenta serios desafíos, como lo demuestran las recientes sanciones impuestas por la Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias. En total, hay trece sanciones vigentes en diferentes fases de tramitación, lo que pone de manifiesto la necesidad de proteger estos bienes ante cualquier atentado que pueda comprometer su integridad.
### La Importancia del Patrimonio Histórico
Las Islas Canarias son un crisol de culturas y tradiciones, donde se pueden encontrar desde yacimientos aborígenes hasta edificaciones coloniales. Este patrimonio no solo es un testimonio de la historia, sino que también forma parte de la identidad de los canarios. Cada bien cultural, ya sea una iglesia, un molino o un petroglifo, cuenta una historia que merece ser preservada para las futuras generaciones. Sin embargo, la falta de respeto y la negligencia hacia estos bienes han llevado a la necesidad de establecer sanciones que actúen como disuasivos.
La Ley 11/2019, de 25 de abril, de Patrimonio Cultural de Canarias, establece un marco legal que permite al Gobierno canario imponer sanciones dependiendo de la gravedad de los atentados. Estas sanciones se clasifican en tres niveles: leves, graves y muy graves. Las infracciones leves, como no comunicar una intervención, pueden acarrear multas de entre 600 y 6.000 euros. Las graves, que incluyen la realización de obras sin autorización en un Bien de Interés Cultural (BIC), pueden resultar en sanciones de hasta 150.000 euros. Por último, las infracciones muy graves, que implican la destrucción intencionada de un bien protegido, pueden superar los 300.000 euros, además de otras medidas complementarias como la obligación de restauración.
### Casos de Atentados al Patrimonio
Gran Canaria es la isla que más sanciones ha acumulado, con un total de cuatro expedientes abiertos. Uno de los casos más destacados es el del Acueducto de Tara, en Telde, que enfrenta una sanción de 91.801 euros por realizar obras sin licencia y por la demolición parcial de un pilar que sostiene dos de sus arcos. Este acueducto, construido en el siglo XVIII, es un ejemplo de la arquitectura tradicional canaria y su deterioro representa una pérdida significativa para el patrimonio cultural de la isla.
Tenerife, por su parte, también tiene tres expedientes abiertos. Uno de los más preocupantes es el proyecto de energías renovables ‘Fotobat 5+’ en Arico, que podría resultar en una sanción de 304.500 euros. Este proyecto ha causado daños directos a un yacimiento arqueológico, lo que subraya la necesidad de una supervisión más estricta en proyectos que puedan afectar el patrimonio cultural.
Fuerteventura y Lanzarote no se quedan atrás, con tres expedientes abiertos cada una. En Fuerteventura, las Cuevas del Tequital, que datan de hace aproximadamente 3.000 años, han sufrido daños significativos debido a vertidos y la destrucción parcial de su cubierta. Los responsables de este atentado se enfrentan a una sanción de 153.002 euros. En Lanzarote, el Lagar de Tinajo, un lagar tradicional del siglo XX, también está bajo investigación debido a reformas no autorizadas que han alterado su estructura original.
La situación es alarmante y refleja una falta de conciencia sobre la importancia de proteger el patrimonio cultural. Las sanciones, aunque necesarias, son solo una parte de la solución. Es fundamental fomentar una cultura de respeto y responsabilidad hacia el patrimonio histórico, no solo a través de la legislación, sino también mediante la educación y la sensibilización de la población.
La protección del patrimonio histórico en Canarias es un reto que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Desde las autoridades hasta los ciudadanos, todos tienen un papel que desempeñar en la preservación de este legado. La historia de las islas no solo se encuentra en los libros, sino también en cada piedra, cada edificio y cada manifestación cultural que ha sobrevivido al paso del tiempo. Proteger este patrimonio es garantizar que las futuras generaciones puedan disfrutar y aprender de su rica historia.