BMW ha mantenido una presencia significativa en el mercado español, pero su enfoque ha sido principalmente comercial, sin involucrarse en la producción local. En 2024, la filial ibérica de BMW reportó un aumento del 18,1% en ingresos, alcanzando los 2.438 millones de euros, gracias a un incremento en las matriculaciones de vehículos y motocicletas. Sin embargo, este crecimiento no se tradujo en un aumento de beneficios, que cayeron un 11% debido a mayores gastos financieros y una carga fiscal creciente.
### Estrategia Comercial de BMW en España
La estrategia de BMW en España se ha centrado en la venta y alquiler de vehículos, así como en la gestión de flotas a través de su compañía Alphabet. En 2024, la marca vendió 66.135 unidades, lo que representa un aumento del 17% en comparación con el año anterior. A pesar de este crecimiento en ventas, la empresa no ha realizado inversiones en producción local, lo que la asemeja a muchas marcas asiáticas que operan en el país.
BMW ha optado por no fabricar en España, prefiriendo producir en sus plantas en Alemania, México, Estados Unidos, China, Reino Unido, Sudáfrica, India, Sudamérica y Austria. Esta decisión ha generado críticas, especialmente en un contexto donde otras marcas, como Mercedes-Benz, sí están creando empleo industrial en el país. La falta de producción local significa que BMW no contribuye al desarrollo del sector automotriz español de la misma manera que sus competidores.
En términos de ventas, BMW se posicionó como la décima marca más vendida en 2024, con 45.249 turismos vendidos, un incremento del 29,4%. Sin embargo, la marca Mini experimentó una caída del 10,2% en sus entregas, mientras que Rolls Royce mantuvo sus ventas en solo tres unidades. A pesar de estos altibajos, la marca Motorrad, que se encarga de las motocicletas, logró vender más de 13.000 unidades, lo que demuestra que hay un interés continuo en sus productos.
### Desafíos Financieros y Futuro de BMW en el Mercado Español
A pesar del aumento en ingresos, BMW Ibérica enfrenta desafíos significativos. El resultado de explotación cayó un 25%, alcanzando 59,6 millones de euros, lo que indica que la rentabilidad de la empresa está bajo presión. La carga fiscal también ha aumentado, con el impuesto sobre beneficios casi duplicándose, lo que ha impactado negativamente en el resultado neto, que se redujo a 40,2 millones de euros en 2024.
La situación se complica aún más en 2025, donde las ventas de BMW han mostrado signos de desaceleración. En el primer trimestre, la marca entregó 19.144 unidades de turismos, un incremento modesto del 1,6%, y 4.184 unidades de Mini, que sí experimentó un crecimiento significativo del 26,2%. Sin embargo, la marca ha dejado de estar entre las diez más vendidas, siendo superada por competidores como Mercedes-Benz y MG, que han mostrado un crecimiento notable en sus matriculaciones.
La falta de producción local y la creciente competencia en el mercado español plantean preguntas sobre la sostenibilidad de la estrategia de BMW en el país. A medida que las marcas que fabrican localmente continúan ganando cuota de mercado, BMW podría verse obligada a reconsiderar su enfoque. La construcción de una nueva planta en Hungría podría ser un indicativo de que la empresa está buscando optimizar su producción en Europa, pero esto no resuelve la falta de empleo industrial en España.
En resumen, aunque BMW ha logrado aumentar sus ingresos en el mercado español, su modelo de negocio basado en la venta y alquiler de vehículos sin producción local presenta desafíos significativos. La presión financiera y la creciente competencia podrían obligar a la marca a reevaluar su estrategia en un mercado que está en constante evolución. Con la industria automotriz enfrentando cambios significativos, desde la electrificación hasta la sostenibilidad, el futuro de BMW en España dependerá de su capacidad para adaptarse a estas nuevas realidades.