La trágica muerte de Liam Payne, exintegrante de la famosa banda británica One Direction, ha dejado una profunda huella en el mundo de la música y ha desencadenado un proceso judicial que ha capturado la atención de medios y fanáticos en todo el mundo. Ocho meses después de su fallecimiento en un hotel de Buenos Aires, la justicia argentina ha decidido llevar a juicio a dos de los cinco acusados de suministrar drogas al cantante. Este artículo explora los detalles del caso, las acusaciones y el impacto que ha tenido en la familia y los seguidores de Payne.
### Circunstancias de la Muerte de Liam Payne
Liam Payne fue encontrado sin vida en la madrugada del 16 de octubre de 2024, tras caer desde el balcón de su habitación en el hotel CasaSur. La autopsia reveló que su muerte fue causada por un politraumatismo debido a la caída, además de hemorragias internas y externas. Los análisis toxicológicos mostraron que el cantante tenía un alto nivel de intoxicación por cocaína, alcohol etílico, sertralina y otras sustancias en su sistema. Esta combinación de factores ha llevado a la fiscalía a investigar las circunstancias que rodearon su muerte, centrándose en el suministro de drogas que recibió en los días previos a su fallecimiento.
La investigación ha determinado que Payne consumió estupefacientes al menos durante las 72 horas antes de su muerte, y que el uso de estas sustancias se intensificó justo antes de su caída. El fiscal Andrés Esteban Madrea ha argumentado que los acusados jugaron un papel crucial en la provisión de las drogas que contribuyeron a este desenlace fatal. En este contexto, se han presentado pruebas que incluyen mensajes de texto y grabaciones de cámaras de seguridad que respaldan las acusaciones.
### Los Acusados y las Acusaciones
Los dos principales acusados en este caso son Braian Nahuel Paiz y Ezequiel David Pereyra. Paiz, quien conoció a Payne mientras trabajaba como camarero en un restaurante cercano, está acusado de haberle entregado cocaína en varias ocasiones. Según la fiscalía, Paiz habría visitado a Payne en su habitación durante la madrugada del 14 de octubre, y posteriormente se habría reunido con él para una segunda entrega. Un intercambio de mensajes posterior sugiere que hubo una tercera transacción, donde el cantante expresó su intención de comprar más drogas.
Por otro lado, Ezequiel Pereyra, empleado del hotel CasaSur, está imputado por haber suministrado sustancias ilícitas al cantante tanto el 15 de octubre como en las horas previas a su muerte. La fiscalía sostiene que el contacto de Payne con las drogas se facilitó a través del personal del hotel, lo que ha generado un debate sobre la responsabilidad de los empleados en este trágico suceso. Testimonios de cinco trabajadores del hotel y grabaciones de seguridad han sido presentados como evidencia en el juicio.
Ambos acusados se encuentran en prisión preventiva desde enero de 2025, mientras la justicia avanza hacia el juicio oral, cuya fecha aún no ha sido establecida. Este proceso judicial no solo busca justicia para Payne, sino que también plantea preguntas sobre la cultura de las drogas en la industria musical y la responsabilidad de quienes rodean a los artistas.
### La Reacción de la Familia y el Impacto Mediático
La familia de Liam Payne ha expresado su dolor y frustración ante la cobertura mediática del caso. Han presentado una denuncia que solicita una medida de protección urgente para evitar la difusión de imágenes o videos relacionados con el estado físico del cantante en sus últimas horas de vida. La familia argumenta que la exposición mediática ha causado un daño irreparable, especialmente al hijo menor de Payne, quien ha sido afectado por la atención que ha recibido el caso.
El juicio ha generado una gran controversia, no solo en Argentina, sino también en el Reino Unido, donde Payne era una figura icónica. La muerte del cantante ha reabierto el debate sobre el uso de drogas en la industria musical y la presión que enfrentan los artistas. La justicia argentina aún no ha cerrado la investigación, pero el inicio del juicio contra Paiz y Pereyra marca un nuevo capítulo en la búsqueda de responsabilidades por la muerte del exintegrante de One Direction.
Este caso ha puesto de relieve la necesidad de una mayor conciencia sobre los problemas de salud mental y el abuso de sustancias en la industria del entretenimiento. La historia de Liam Payne es un recordatorio de las luchas que enfrentan muchos artistas y la importancia de brindar apoyo y recursos adecuados para ayudarles a lidiar con las presiones de la fama.