La reciente cumbre de la OTAN ha desatado un intenso debate en España sobre el gasto en defensa, especialmente tras las declaraciones de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. En un contexto donde el presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado con represalias comerciales si España no se compromete a aumentar su gasto militar al 5% del PIB, Díaz ha defendido la soberanía del país, afirmando que no se cederá ante presiones externas. La ministra ha subrayado que la prioridad del Gobierno es el gasto social, y no el militar, lo que ha generado reacciones tanto dentro como fuera del Ejecutivo.
**Posturas del Gobierno y la Respuesta de la Oposición**
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ratificado que España no aumentará su gasto en defensa más allá del 2,1% del PIB, un compromiso que ha sido celebrado por algunos sectores de su coalición, como Sumar. Sin embargo, esta decisión ha sido objeto de críticas por parte de la oposición, especialmente del Partido Popular (PP), que ha acusado a Sánchez de mentir sobre sus compromisos con la OTAN. Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha afirmado que el presidente ha firmado un acuerdo que exige el 5%, lo que ha llevado a calificar la situación como una «farsa».
El PP ha utilizado las redes sociales para reforzar su mensaje, publicando un video en el que se critica a Sánchez por haber afirmado que, de haber otro presidente, España habría firmado el 5%. Esta estrategia busca posicionar al PP como el defensor de una postura más firme en materia de defensa, en contraste con lo que consideran una debilidad del actual Gobierno.
**Reacciones de Otros Partidos y Organizaciones**
Desde Podemos, la crítica ha sido aún más contundente. Ione Belarra, secretaria general del partido, ha calificado la decisión de Sánchez como una «traición» a la clase trabajadora, argumentando que el aumento del gasto militar implicará recortes en servicios públicos esenciales. Belarra ha expresado su preocupación por el impacto que tendría este compromiso en el Estado de bienestar, sugiriendo que priorizar el gasto militar sobre el social es incompatible con las necesidades de la ciudadanía.
La crítica a la postura del Gobierno no se limita a la oposición política. Unai Sordo, secretario general de CCOO, ha calificado de «disparate» el aumento del gasto en defensa al 5%, advirtiendo que esto podría llevar a recortes en áreas críticas como la educación y la sanidad. Sordo ha enfatizado que la movilización de recursos hacia la industria de defensa estadounidense, como parece ser la intención de Trump, no es viable para España ni para Europa en general.
**La Visión de la Ciudadanía y el Futuro del Gasto en Defensa**
El debate sobre el gasto en defensa en España refleja una tensión más amplia entre las prioridades sociales y las exigencias internacionales. Mientras algunos sectores abogan por un aumento en el gasto militar como una forma de cumplir con los compromisos de la OTAN, otros argumentan que esto debería hacerse a expensas de servicios esenciales que afectan directamente a la calidad de vida de los ciudadanos.
La postura de Díaz y Sánchez de mantener el gasto en defensa en un nivel más bajo ha resonado con una parte de la población que prioriza el bienestar social sobre el militar. Sin embargo, la presión internacional y las amenazas de represalias comerciales por parte de Estados Unidos complican la situación, generando un dilema para el Gobierno español sobre cómo equilibrar estas demandas.
En este contexto, la discusión sobre el gasto en defensa no es solo una cuestión de cifras, sino que se convierte en un reflejo de las prioridades políticas y sociales del país. La capacidad del Gobierno para navegar estas aguas turbulentas y mantener un equilibrio entre las exigencias externas y las necesidades internas será crucial en los próximos meses. La respuesta de la ciudadanía a estas decisiones también jugará un papel importante en la dirección futura de la política de defensa en España.