La situación política en España se encuentra en un punto crítico, especialmente con la inminente posibilidad de que Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), asuma la presidencia del Gobierno. Sin embargo, este ascenso no está exento de complicaciones, ya que el nacionalismo marroquí, representado por el Partido Istiqlal, ha comenzado a marcar la agenda política en un contexto de creciente tensión racial y migratoria.
**El Contexto del Nacionalismo Marroquí**
El Partido Istiqlal, que ha sido un pilar del régimen de Mohammed VI, ha intensificado su actividad en los últimos meses, especialmente tras la caída en popularidad del actual presidente español, Pedro Sánchez. Este cambio en la dinámica política se ha visto reflejado en la reciente carta enviada a Feijóo, donde se expresa el descontento por las políticas del PP en relación al Sáhara Occidental. Esta misiva, firmada por Nizar Baraka, secretario general del Istiqlal, destaca la preocupación de Marruecos por el apoyo del PP a la autodeterminación del pueblo saharaui, un tema que ha sido un punto álgido en las relaciones entre ambos países.
La carta también menciona el Plan de autonomía marroquí para el Sáhara, que ha sido rechazado por muchos sectores en España y que podría complicar aún más las relaciones bilaterales. Este tipo de comunicación no solo refleja la tensión existente, sino que también pone de manifiesto cómo el Istiqlal busca influir en la política española, aprovechando la inestabilidad del gobierno actual.
**El Congreso del PP y sus Implicaciones**
El reciente Congreso del PP, celebrado en julio, se convirtió en un escenario clave para entender las futuras políticas del partido en relación a Marruecos y el Sáhara Occidental. Durante este evento, Feijóo se mostró firme en su postura, abogando por un enfoque que respete el derecho internacional y que busque una buena vecindad con los países africanos, incluyendo Marruecos. Sin embargo, la presencia del delegado del Frente Polisario en el congreso fue un detalle que no pasó desapercibido y que podría tener repercusiones significativas en la política exterior española.
La estrategia del PP parece estar orientada hacia un retorno al statu quo anterior a 2021, cuando el PSOE adoptó una postura más favorable hacia las tesis marroquíes. Esta intención de revertir políticas podría generar un choque directo con las aspiraciones de Marruecos sobre el Sáhara y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que son vistas como territorios estratégicos por el reino alauita.
La tensión racial también ha sido un tema recurrente en el discurso político, especialmente tras los incidentes en Torre Pacheco, donde se produjeron enfrentamientos entre vecinos y marroquíes. Estos eventos han alimentado un clima de desconfianza y han puesto de manifiesto la complejidad de la situación migratoria en España, donde la percepción de los migrantes marroquíes a menudo se asocia con la delincuencia, exacerbando aún más las tensiones sociales.
**Desafíos para el Futuro de Feijóo**
Con la posibilidad de que Feijóo asuma la presidencia, se enfrenta a un panorama complicado. La presión por parte del Istiqlal y la necesidad de manejar las relaciones con Marruecos de manera efectiva serán cruciales. La carta enviada por el Istiqlal no solo es un aviso sobre las expectativas marroquíes, sino que también puede ser interpretada como una advertencia sobre las consecuencias de una política más dura hacia el reino alauita.
Además, la situación en Ceuta y Melilla, donde las aduanas han sido cerradas como respuesta a las acciones del PP, añade un nivel adicional de complejidad. La gestión de estas ciudades autónomas, que son puntos críticos en la frontera entre Europa y África, será un tema central en la agenda de cualquier futuro gobierno, especialmente si se considera la creciente presión migratoria y los desafíos de seguridad que esto conlleva.
En resumen, la influencia del Istiqlal en la política española y los desafíos que enfrenta Feijóo son temas que merecen atención. La intersección entre la política interna y las relaciones internacionales se está volviendo cada vez más compleja, y la forma en que se manejen estos asuntos podría definir el futuro político de España en los próximos años.