Carlos Gustavo Díaz Perera, quien ha sido el director del Servicio Canario de la Salud (SCS) durante los últimos dos años, ha presentado su dimisión por motivos personales. Esta decisión se ha dado a conocer en una reunión con los gerentes y la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, y se espera que su sucesor sea anunciado el próximo 29 de julio durante la sesión del Consejo de Gobierno. La salida de Díaz marca un cambio significativo en el liderazgo sanitario de las Islas, un área que maneja el mayor presupuesto de la comunidad autónoma y que es crucial para la salud pública de los canarios.
Díaz, economista de formación y licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de La Laguna, ha estado al frente del SCS en un periodo marcado por desafíos y controversias. Durante su gestión, ha liderado negociaciones con sindicatos para implementar la carrera profesional y ha trabajado en la organización de futuras ofertas públicas de empleo. También ha sido responsable de la implementación de mejoras en la sanidad isleña, como la introducción de nuevos visores de historia clínica única y el análisis de las listas de espera.
Sin embargo, su mandato no ha estado exento de críticas. Uno de los puntos más polémicos ha sido su participación en el proceso de estabilización extraordinaria del SCS, donde ha optado a un puesto fijo en seis listas, lo que ha generado cuestionamientos sobre la compatibilidad de su rol en la negociación de este proceso. Esta situación ha sido objeto de críticas tanto por parte de sindicatos como de la oposición, quienes han señalado que su presencia en las negociaciones ha sido problemática. A pesar de las solicitudes de comparecencia en el Parlamento de Canarias, Díaz no ha asistido a ninguna, lo que ha intensificado las críticas hacia su gestión.
El SCS, con un presupuesto asignado de 4.369 millones de euros para este año, es responsable de la organización, planificación y gestión de la sanidad pública en Canarias. Con más de 30,000 empleados, tanto fijos como interinos, el director del SCS tiene la tarea de asegurar la eficiencia y calidad de los servicios de salud en todo el Archipiélago. Entre sus responsabilidades se encuentran la supervisión de hospitales y centros de salud, la gestión de recursos humanos y económicos, y la representación del SCS en diversas instancias.
La dimisión de Díaz se produce en un momento crítico para el SCS, que enfrenta importantes desafíos, como la gestión de largas listas de espera y la necesidad de cubrir vacantes en áreas de difícil acceso, especialmente en islas menores. Además, el SCS ha estado trabajando en la oferta de estabilización extraordinaria, un proceso que ha avanzado con retraso y que es crucial para reducir la temporalidad en el empleo sanitario. Los sindicatos han expresado su preocupación de que el cambio en la dirección pueda afectar negativamente el progreso de esta oferta de empleo.
En cuanto a su sucesor, se rumorea que el actual gerente del Hospital Universitario de Canarias (HUC), Adasat Goya, podría ser el elegido para ocupar el cargo de director del SCS. Goya, nacido en El Sauzal en 1981, es licenciado en Economía por la Universidad de La Laguna y ha ocupado diversos cargos en el ámbito político y administrativo. Su trayectoria incluye la remodelación del HUC, un proyecto que ha sido bien recibido, aunque también ha enfrentado críticas por la gestión de las Urgencias.
La salida de Díaz y la posible llegada de Goya marcan un nuevo capítulo en la gestión de la sanidad pública en Canarias. Con la presión de los sindicatos y la oposición, el nuevo director tendrá que abordar los desafíos existentes y trabajar para mejorar la percepción de la gestión sanitaria en las Islas. La comunidad autónoma espera que estos cambios conduzcan a una mejora en la calidad de los servicios de salud y a una gestión más eficiente de los recursos disponibles. La atención de la ciudadanía estará centrada en cómo se desarrollarán estos cambios y qué impacto tendrán en la sanidad pública canaria.