La reciente reubicación de cuatro contenedores que sirvieron como viviendas temporales para familias afectadas por la erupción del volcán Tajogaite marca un nuevo capítulo en la recuperación de La Palma. Durante cuatro años, estos contenedores albergaron a aproximadamente 85 familias, un total de 200 personas que perdieron sus hogares. Ahora, estos módulos se convertirán en un centro de vigilancia de gases en Puerto Naos y La Bombilla, un paso crucial para garantizar la seguridad y la salud de la comunidad local.
La decisión de reubicar el centro de vigilancia de gases se tomó tras un informe técnico que confirmó la ausencia de gases nocivos en la zona, lo que permite la reactivación del CEIP María Milagros Acosta, que había estado cerrado durante dos años. Este informe fue fundamental para asegurar que tanto el personal docente como los alumnos puedan regresar a un entorno seguro. Para ello, se instalaron quince medidores en el interior del colegio, que monitorearon la calidad del aire en aulas, baños y pasillos. Además, se realizaron trabajos de mantenimiento y limpieza para preparar el colegio para el nuevo curso escolar.
El presidente del Cabildo de La Palma, Sergio Rodríguez, subrayó la importancia de esta reubicación, afirmando que es un paso clave para facilitar el regreso de la comunidad educativa y avanzar en la normalización de la vida en los barrios de Puerto Naos y La Bombilla. En el aparcamiento del colegio, se instalarán parte de los contenedores para continuar con la labor de vigilancia de gases, que se ha vuelto esencial para la seguridad de la población. Se prevé que más de mil sensores monitoreen constantemente los niveles de dióxido de carbono en la zona, asegurando que no se superen los límites establecidos.
### Estado de las Viviendas Modulares
Los contenedores que no se utilizarán para el nuevo centro de vigilancia permanecerán en propiedad del Instituto Canario de Vivienda (Icavi) y se conservarán para futuras emergencias en el Archipiélago. Estos módulos fueron concebidos en noviembre de 2022 como una solución rápida para los afectados por la erupción, pero su efectividad fue cuestionada tras un informe técnico que reveló problemas significativos, como oxidación en los techos, filtraciones de agua y deficiencias en el aislamiento.
La gravedad de estos problemas llevó a la necesidad de realizar reparaciones, incluyendo el alicatado de 85 aseos y la impermeabilización de 47 viviendas para evitar humedades. A pesar de la inversión de 7,5 millones de euros por parte del Gobierno del ‘pacto de las flores’, la calidad de estas viviendas fue motivo de preocupación. El presidente insular enfatizó la importancia de tratar a las personas con dignidad y se comprometió a desmontar estos recursos, lo que ya ha comenzado con la retirada de las casas contenedor y de madera en El Paso y Los Llanos de Aridane.
El proceso de desmontaje se inició el 31 de julio y se llevará a cabo a medida que las viviendas queden vacías. El Icavi ha establecido un plazo razonable para que los residentes actuales encuentren una solución habitacional definitiva. Para aquellos que, a pesar de haber recibido compensación económica, no puedan acceder a una vivienda por sus propios medios, se ofrecerá una alternativa de alquiler. En este sentido, se han adquirido 53 viviendas en Los Llanos de Aridane, que están en construcción y se espera que estén listas en un plazo máximo de 15 meses.
La situación en La Palma sigue evolucionando, y la reubicación de los contenedores es solo una parte de un esfuerzo más amplio para restaurar la normalidad en la vida de los habitantes afectados por la erupción. A medida que se avanza en la recuperación, la comunidad espera que las nuevas infraestructuras y soluciones habitacionales proporcionen un futuro más estable y seguro para todos los afectados.