La reciente exclusión de Evergrande de la Bolsa de Hong Kong marca un hito en la historia del sector inmobiliario chino. Este gigante, que en su momento fue un símbolo del crecimiento económico de China, ha caído en desgracia debido a una crisis de deuda que ha puesto en jaque no solo a la empresa, sino a todo un sector que representa una parte significativa del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Con una deuda que supera los 300.000 millones de euros, la situación de Evergrande es un claro ejemplo de los peligros del apalancamiento excesivo y la falta de regulación en el mercado inmobiliario.
### La trayectoria de Evergrande y su impacto en la economía china
Fundada en 1996, Evergrande se convirtió rápidamente en una de las promotoras inmobiliarias más grandes de China, impulsada por una estrategia agresiva de adquisición de terrenos y construcción de complejos residenciales y comerciales. En su apogeo, la compañía alcanzó una capitalización de mercado de más de 50.000 millones de dólares, pero su pasivo era seis veces mayor, lo que ya indicaba una inminente crisis. La empresa diversificó sus operaciones, incursionando en la producción de vehículos eléctricos y la gestión de patrimonios, pero estas decisiones no lograron salvarla de su destino.
La crisis comenzó a aflorar en 2021, cuando Evergrande no pudo cumplir con un pago de 110 millones de dólares a acreedores extranjeros. Este impago no solo reveló la fragilidad de la empresa, sino que también expuso una crisis más amplia en el sector inmobiliario chino, que había estado creciendo a un ritmo insostenible. La falta de demanda real para muchas de las propiedades desarrolladas por Evergrande y otras empresas similares llevó a una caída drástica en el valor de sus activos, mientras que sus deudas continuaban acumulándose.
Los analistas advierten que el colapso de Evergrande tiene repercusiones que van más allá de la empresa misma. La exposición de grandes bancos estatales como el China Construction Bank y Citic Bank, así como de inversores extranjeros como BlackRock, pone de manifiesto la interconexión del sistema financiero chino. La crisis de Evergrande podría tener un efecto dominó, afectando a la confianza en el sector y provocando un endurecimiento de las condiciones de crédito en el país.
### La política de líneas rojas y su efecto en el sector inmobiliario
La situación de Evergrande se ha visto agravada por la implementación de la política de «líneas rojas» por parte del gobierno chino en 2020. Esta serie de regulaciones fue diseñada para controlar la financiación de empresas que acumulaban deudas excesivas y no podían hacer frente a sus obligaciones. La política se introdujo en un contexto de creciente preocupación por la especulación en el mercado inmobiliario y el aumento de los precios de la vivienda, lo que llevó a una crisis de liquidez en el sector.
La combinación de la política de líneas rojas y el impacto económico del COVID-19 ha llevado a un frenazo en el crecimiento del sector inmobiliario. En el segundo trimestre de 2023, la economía china creció solo un 0,8%, lo que refleja la desaceleración económica que afecta a múltiples sectores. La dependencia del sector inmobiliario en el PIB, que algunos analistas estiman en un 35%, significa que la crisis de Evergrande podría tener efectos duraderos en la economía china.
La era dorada del sector inmobiliario en China parece haber llegado a su fin. Expertos como Glen Ho de Deloitte advierten que el modelo de negocio que permitió a empresas como Evergrande prosperar ya no es sostenible. La necesidad de una reestructuración profunda y de un cambio en la forma en que se financian y desarrollan los proyectos inmobiliarios es más urgente que nunca.
A medida que se acerca la fecha de liquidación de Evergrande, el futuro del sector inmobiliario chino se presenta incierto. La empresa aún cuenta con dos filiales que cotizan en la Bolsa de Hong Kong, pero su situación es precaria. La falta de un plan de reestructuración viable y el impacto de las regulaciones gubernamentales han dejado a la compañía en una posición vulnerable.
La historia de Evergrande es un recordatorio de los riesgos asociados con el apalancamiento excesivo y la falta de regulación en el mercado inmobiliario. A medida que el gobierno chino busca estabilizar el sector y restaurar la confianza de los inversores, será crucial encontrar un equilibrio entre el crecimiento económico y la sostenibilidad a largo plazo.