La ley de seguridad ciudadana, comúnmente conocida como ley mordaza, ha sido objeto de intensos debates y controversias desde su aprobación en 2015. A medida que se acerca la posibilidad de su derogación, las tensiones entre los diferentes grupos parlamentarios se intensifican, lo que plantea serias dudas sobre la viabilidad de alcanzar un consenso. En este artículo, exploraremos los principales puntos de desacuerdo que han surgido en torno a la reforma de esta ley y cómo estos podrían afectar el proceso legislativo.
### Puntos de Desacuerdo en la Reforma
Desde que se inició la tramitación parlamentaria para derogar la ley mordaza, han surgido diferencias significativas entre los partidos políticos que participan en el proceso. Aunque la ponencia aún no se ha convocado, los grupos parlamentarios ya han expresado sus posturas sobre varios aspectos clave de la ley, lo que complica la posibilidad de llegar a un acuerdo.
Uno de los puntos más controvertidos es el uso de balas de goma por parte de las fuerzas de seguridad. La propuesta actual sugiere que se desarrollen protocolos específicos para la gestión de manifestaciones y reuniones, con el objetivo de utilizar medios menos lesivos. Sin embargo, algunos partidos, como Podemos, consideran que la redacción actual no es suficiente, ya que no especifica qué materiales se utilizarán en lugar de las balas de goma ni establece un calendario para su sustitución. Esta falta de claridad ha llevado a críticas sobre la efectividad de la reforma propuesta.
Otro tema candente es el de las devoluciones en caliente de migrantes. La redacción actual de la ley no establece un plazo concreto para abordar la reforma de la ley de extranjería, lo que ha generado preocupación entre los defensores de los derechos humanos. En la legislatura anterior, se había propuesto un plazo de tres meses para garantizar que las solicitudes de asilo se tramitaran de acuerdo con los derechos humanos, pero esta disposición ha sido eliminada en la nueva propuesta. Esto ha llevado a que algunos partidos, como Podemos, se opongan a la redacción actual, argumentando que empeora la situación de los migrantes.
### La Cuestión del Principio de Autoridad
El principio de autoridad es otro de los aspectos más polémicos en la discusión sobre la ley mordaza. La propuesta de reforma incluye cambios significativos en cómo se consideran las infracciones relacionadas con la desobediencia y la resistencia a la autoridad. Según el texto acordado entre el PSOE y EH Bildu, los insultos y las injurias a las fuerzas de seguridad se clasificarían como infracciones leves, lo que ha generado un fuerte rechazo por parte de otros grupos, como el PNV.
El PNV ha manifestado su intención de mantener como graves las infracciones por desobediencia y resistencia a la autoridad, argumentando que suavizar estas sanciones podría llevar a un aumento de la impunidad en actos sancionables. Esta postura ha creado una brecha significativa entre los partidos, ya que EH Bildu considera que es fundamental reformar el principio de autoridad para evitar abusos en la aplicación de la ley.
Las tensiones entre EH Bildu y el PNV han sido evidentes, ya que ambos partidos han expresado su falta de disposición a ceder en sus respectivas posiciones. Mientras que EH Bildu defiende la necesidad de una reforma que limite el poder de las fuerzas de seguridad, el PNV insiste en la importancia de mantener un marco legal que garantice la autoridad de la policía.
### Un Historial de Fracasos
La historia reciente de la derogación de la ley mordaza está marcada por fracasos y desencuentros. En 2019, cuando existía una mayoría progresista en el Congreso, las diferencias entre los grupos impidieron que la norma avanzara. A pesar de que se habían logrado avances significativos en la ponencia, el adelanto electoral y la disolución de las Cortes llevaron a que la reforma se quedara en el camino.
Desde entonces, los intentos de derogar la ley han sido intermitentes y han estado plagados de obstáculos. La falta de consenso entre los partidos ha sido un factor determinante en el estancamiento del proceso legislativo. A medida que se acerca la nueva fase de ponencia, las expectativas son bajas, ya que los grupos parecen estar más divididos que nunca.
### La Perspectiva de los Partidos
Cada partido tiene su propia agenda y prioridades en relación con la reforma de la ley mordaza. El PSOE, como partido en el gobierno, busca equilibrar las demandas de sus aliados con la necesidad de mantener el orden público. Por otro lado, EH Bildu y Podemos están presionando para que se realicen cambios significativos que protejan los derechos de los ciudadanos y limiten el poder de las fuerzas de seguridad.
El PNV, por su parte, se encuentra en una posición complicada, ya que debe equilibrar su apoyo al gobierno con las preocupaciones de sus votantes sobre la seguridad y el orden público. Esta dinámica ha llevado a que el PNV registre enmiendas que buscan suavizar algunas de las propuestas de EH Bildu, lo que ha generado tensiones adicionales en el proceso.
### La Importancia de la Participación Ciudadana
En medio de este complejo panorama político, la participación ciudadana se convierte en un elemento crucial. Las organizaciones de derechos humanos y los movimientos sociales han estado presionando para que se realicen cambios significativos en la ley mordaza, y su voz es fundamental en el debate. La presión pública puede influir en la dirección que tome la reforma y en la disposición de los partidos a llegar a un acuerdo.
La derogación de la ley mordaza no solo es un asunto legislativo, sino también una cuestión de derechos humanos y libertades civiles. La forma en que se aborden estos temas en el Congreso tendrá un impacto duradero en la relación entre la ciudadanía y las fuerzas de seguridad en España. A medida que avanza el proceso, será esencial que los partidos escuchen las preocupaciones de la sociedad civil y trabajen hacia una solución que respete los derechos de todos los ciudadanos.