Las relaciones de pareja son un aspecto fundamental en la vida de muchas personas, y su mantenimiento puede ser un desafío, especialmente en momentos de cambio como el regreso a la rutina después de las vacaciones. Según estudios recientes, el número de separaciones tiende a aumentar en los últimos meses del año, lo que ha llevado a algunos a referirse a este fenómeno como «divorcios de septiembre». Sin embargo, la psicóloga Sofía García-Faya sostiene que no es el verano en sí lo que provoca estas rupturas, sino las tensiones y problemas que pueden salir a la luz durante las vacaciones. En este contexto, es crucial aprender a gestionar las relaciones de manera efectiva para evitar que las diferencias se conviertan en conflictos irreparables.
La comunicación es una de las herramientas más poderosas que una pareja puede tener. García-Faya sugiere que, al igual que en un partido de pádel, las parejas deben tomarse el tiempo para hablar sobre lo que ha funcionado y lo que no. Este tipo de diálogo no debe ser visto como una oportunidad para reprocharse mutuamente, sino como una forma de mejorar la relación y afinar la estrategia para el futuro. Reconocer y celebrar los logros en la relación puede ser un gran motivador para seguir adelante. La psicóloga enfatiza la importancia de iluminar las acciones positivas, ya que lo que se reconoce se refuerza y, por ende, se repite.
### La Importancia de la Educación Emocional
La educación emocional es un pilar fundamental en cualquier relación. García-Faya explica que la buena educación va más allá de los modales básicos; se trata de una forma de estar presente y ser consciente de las necesidades del otro. Las personas que han aprendido a cuidarse a sí mismas y a escuchar sus propias emociones suelen tener más recursos para ser educadas y comprensivas con sus parejas. Esto se traduce en una relación más armoniosa y menos propensa a conflictos.
El amor propio juega un papel crucial en este proceso. Aunque no es un requisito para merecer amor, sí es una herramienta que facilita la construcción de relaciones saludables. Cuando una persona se siente bien consigo misma, es menos probable que proyecte sus inseguridades o malestar en su pareja. Esto permite que la relación se desarrolle en un ambiente de respeto y cuidado mutuo.
Además, la psicóloga destaca que la educación emocional no solo se refiere a cómo tratamos a los demás, sino también a cómo nos tratamos a nosotros mismos. La capacidad de comunicarse de manera asertiva, de expresar necesidades y de hacer peticiones de forma clara y respetuosa es esencial para evitar malentendidos y conflictos innecesarios. Por ejemplo, en lugar de asumir que la pareja debería saber lo que se necesita, es mejor expresar esas necesidades de manera abierta y honesta.
### Conexión Consciente en la Rutina Diaria
La vida cotidiana puede ser un reto para las parejas, especialmente cuando se trata de encontrar tiempo de calidad juntos. La psicóloga García-Faya sugiere que incluso las actividades más mundanas pueden convertirse en momentos de conexión si se realizan de manera consciente. Por ejemplo, hacer la compra o cocinar juntos puede ser una oportunidad para fortalecer el vínculo, siempre y cuando se haga desde una perspectiva de colaboración y armonía.
La clave está en priorizar la conexión por encima de la urgencia. En un mundo donde todo parece moverse a un ritmo acelerado, es fundamental detenerse y preguntarse si realmente hay prisa. Elegir ir más despacio y disfrutar de las pequeñas cosas juntos puede hacer una gran diferencia en la calidad de la relación.
Cuando hay hijos involucrados, la dinámica puede complicarse aún más. La psicóloga aconseja que la comunicación asertiva se convierta en la mejor aliada. Esto implica expresar necesidades, ofrecer elogios y hacer peticiones en forma de preguntas. Por ejemplo, en lugar de asumir que uno de los padres debe encargarse de todas las tareas, se puede plantear una conversación en la que ambos se sientan parte del equipo. Este enfoque no solo ayuda a resolver problemas, sino que también fortalece la relación al fomentar un sentido de colaboración y apoyo mutuo.
García-Faya también ofrece consejos prácticos para manejar los conflictos de manera efectiva. Si la intensidad emocional comienza a aumentar, es recomendable acordar una pausa. Esto no debe verse como una huida, sino como una forma de cuidar la relación. Además, es vital evitar acumular resentimientos y mantener conversaciones que sean respetuosas y constructivas. La confianza en una relación no debe dar permiso para cruzar límites que se respetarían con un extraño.
Por último, es esencial evitar las suposiciones. La comunicación abierta y honesta es la mejor manera de evitar malentendidos y fortalecer la conexión emocional. A veces, dejar que pase un tiempo antes de abordar un tema puede ayudar a filtrar lo que realmente necesita atención, permitiendo que las parejas se enfoquen en lo que es verdaderamente importante para su relación.