La implementación de pulseras telemáticas para el control de maltratadores ha sido un tema de creciente preocupación en los últimos años. A pesar de ser una herramienta diseñada para proteger a las víctimas de violencia de género, la Fiscalía del Estado ha señalado en múltiples ocasiones las deficiencias y fallos en el sistema que podrían poner en riesgo la seguridad de las mujeres. Este artículo examina los problemas recurrentes en el uso de estos dispositivos, así como las alertas emitidas por la Fiscalía desde su implementación en 2009.
### Un Sistema en Crisis: Alertas de la Fiscalía
Desde el año 2009, la Fiscalía ha emitido alertas sobre el funcionamiento de las pulseras telemáticas, destacando que los fallos en el sistema han llevado a una serie de sobreseimientos y absoluciones de agresores. En su Memoria Anual de 2024, se mencionaron «múltiples fallos» que han resultado en la desprotección de las víctimas. Este problema se ha intensificado desde que la gestión del servicio cambió en marzo de 2024, pasando de Telefónica a una unión temporal de empresas (UTE) formada por Vodafone y Securitas.
La Fiscalía ha documentado problemas en sus informes anuales, señalando que la cobertura en zonas rurales es deficiente y que los técnicos de Cometa enfrentan dificultades para trasladarse a áreas aisladas. Esto ha generado un aumento en la ansiedad de las víctimas, quienes se ven obligadas a lidiar con comunicaciones reiteradas sobre incidencias, lo que a menudo las lleva a solicitar la retirada de los dispositivos.
En sus informes, la Fiscalía ha mencionado hasta 13 ocasiones en las que se han detectado incidencias y deficiencias en el sistema desde su implementación. Estos problemas no son nuevos; ya en 2010 se señalaba la escasa implantación de las pulseras y las deficiencias técnicas que afectaban su funcionamiento. A pesar de las mejoras introducidas en años posteriores, como la semiautomatización de informes y la adquisición de dispositivos adicionales, los problemas persistieron.
### Problemas Técnicos y de Implementación
Uno de los problemas más destacados en los informes de la Fiscalía es la escasa cobertura en zonas rurales. Esto se traduce en que muchas víctimas no pueden beneficiarse de la protección que ofrecen las pulseras telemáticas. La falta de recursos y la dificultad para trasladar a los técnicos de Cometa a estas áreas han sido recurrentes en las alertas emitidas. En localidades pequeñas, la dificultad para mantener la distancia de 500 metros entre el maltratador y la víctima se convierte en un desafío, lo que pone en riesgo la seguridad de las mujeres.
Además, la instalación de múltiples dispositivos para proteger a varias víctimas ha demostrado ser un problema logístico. En algunos casos, los jueces han ordenado que un maltratador lleve varios dispositivos para proteger a diferentes personas, lo que puede resultar en una situación absurda donde el número de brazaletes a instalar supera la capacidad física de los usuarios. Esto no solo complica la gestión de alarmas, sino que también puede llevar a que las víctimas se sientan desprotegidas.
A lo largo de los años, la Fiscalía ha documentado una serie de deficiencias técnicas, como alarmas que suenan sin motivo, problemas de instalación y falta de atención por parte de los usuarios. En 2011, se reportó que no se estaban remitiendo informes sobre las alarmas a la Fiscalía, lo que dificultaba el seguimiento de los casos. A pesar de las mejoras en el sistema, como la incorporación de dispositivos de mayor potencia y la semiautomatización de informes, los problemas de comunicación y seguimiento han persistido.
En 2018, la Fiscalía destacó la necesidad de simplificar los procedimientos de comunicación de incidencias, lo que podría ayudar a reducir la duplicidad de actuaciones y mejorar la respuesta ante situaciones críticas. Sin embargo, a pesar de estas recomendaciones, los problemas han continuado en los informes de 2021, 2022, 2023 y 2024, donde se reiteran las dificultades en la gestión de los dispositivos y la ansiedad que generan en las víctimas.
### La Necesidad de Reformas Urgentes
La situación actual del sistema de pulseras telemáticas para maltratadores exige una revisión profunda y reformas urgentes. La Fiscalía ha dejado claro que, aunque los dispositivos son útiles para proteger a las víctimas, su efectividad se ve comprometida por las deficiencias en su implementación y gestión. Es fundamental que se tomen medidas para mejorar la cobertura en zonas rurales, así como para garantizar que los técnicos puedan acceder a las áreas donde se necesitan estos dispositivos.
Además, es crucial que se establezcan protocolos claros para la instalación y seguimiento de las pulseras, así como para la comunicación de incidencias. La formación de jueces y fiscales sobre el uso de estos dispositivos también es esencial para asegurar que se utilicen de manera efectiva y que se tomen decisiones informadas en cada caso.
La protección de las víctimas de violencia de género debe ser una prioridad, y el sistema de pulseras telemáticas debe ser una herramienta eficaz en este esfuerzo. Sin embargo, para que esto sea posible, es necesario abordar las deficiencias que han sido señaladas por la Fiscalía y garantizar que las víctimas reciban la protección que merecen. La implementación de reformas efectivas y la mejora de la gestión de estos dispositivos son pasos fundamentales para lograr un sistema que realmente funcione en beneficio de las mujeres que han sufrido violencia de género.