La crisis energética en España ha tomado un giro inesperado desde el apagón del 28 de abril de 2025, un evento que dejó a millones de ciudadanos sin electricidad y que ha puesto en el centro de la controversia a Redeia, la empresa responsable de la red eléctrica del país. Este incidente ha desatado una serie de interrogantes sobre la gestión de la compañía y la planificación del sistema eléctrico en España. En este artículo, exploraremos las causas del apagón, la respuesta de Redeia y las implicaciones para el futuro del sector energético en el país.
La situación actual de Redeia es crítica. Desde el apagón, la empresa ha enfrentado una presión creciente por parte de los accionistas y del público en general. Beatriz Corredor, la presidenta de Redeia, ha defendido la gestión de la compañía, asegurando que los dispositivos de la red no fallaron durante el incidente. Sin embargo, las críticas no han cesado. Durante una reciente comparecencia ante la Comisión de Investigación, Corredor culpó a las centrales generadoras de electricidad por no cumplir con las obligaciones de control de tensión, lo que, según ella, fue la causa del apagón. Esta declaración ha generado un debate acalorado sobre la responsabilidad de las diferentes partes involucradas en el sistema eléctrico.
A medida que se cumplen cinco meses desde el apagón, la cotización de Redeia en el mercado bursátil ha caído un 15%, lo que refleja la desconfianza de los inversores en la capacidad de la empresa para recuperarse de esta crisis. La situación se complica aún más con la llegada de un nuevo marco regulatorio que se implementará entre 2026 y 2030, el cual prevé inversiones significativas en la infraestructura eléctrica del país. Sin embargo, la incertidumbre sobre la rentabilidad de estas inversiones ha llevado a analistas a rebajar sus expectativas sobre la compañía.
### La Planificación del Sistema Eléctrico y sus Desafíos
La planificación del sistema eléctrico en España enfrenta desafíos significativos. Según Paula Esteban, analista de mercados, el nuevo decreto del Gobierno para reforzar la red eléctrica supone un punto de inflexión para Redeia. Se prevé que se destinen 13.500 millones de euros en inversiones en transporte eléctrico, lo que podría garantizar un crecimiento sostenido en un negocio altamente regulado. Sin embargo, la supervisión del Gobierno y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) limita la flexibilidad estratégica de la compañía, lo que podría afectar su capacidad para adaptarse a las necesidades del mercado.
Además, la rentabilidad regulada del 6,5% que se ha propuesto para las inversiones en redes se sitúa por debajo de las expectativas del sector. Esto ha llevado a muchas empresas eléctricas a reconsiderar sus planes de inversión en España. Por ejemplo, Iberdrola ha decidido aumentar su inversión en redes, pero no en España, sino en mercados más rentables como Estados Unidos y el Reino Unido. Esta tendencia podría tener consecuencias a largo plazo para la infraestructura eléctrica en España, ya que la falta de inversión podría llevar a un colapso del sistema.
Los expertos advierten que el 83,4% de la red de distribución eléctrica en España está saturada, lo que impide atender la nueva demanda. Si no se realizan las inversiones necesarias, el riesgo de apagones podría aumentar, lo que afectaría gravemente a la economía y a la vida cotidiana de los ciudadanos. La presión sobre Redeia para que invierta en la modernización de la red es cada vez mayor, y la falta de acción podría tener repercusiones significativas.
### La Respuesta de Redeia y el Futuro del Sector Energético
A pesar de las críticas, Redeia ha intentado justificar su gestión y ha señalado que ha cumplido con sus obligaciones. Sin embargo, la percepción pública y la confianza de los inversores están en su punto más bajo. La empresa ha sido acusada de no haber invertido lo suficiente en los últimos años, priorizando adquisiciones como la compra de Hispasat en 2019 por 933 millones de euros en lugar de centrarse en la mejora de la infraestructura eléctrica.
El futuro de Redeia y del sector energético en España dependerá en gran medida de la capacidad de la empresa para adaptarse a las nuevas regulaciones y de su disposición para realizar las inversiones necesarias. La presión de los accionistas y de las autoridades reguladoras será crucial para determinar si Redeia puede recuperar su posición en el mercado y garantizar un suministro eléctrico fiable para el país.
En resumen, la crisis energética en España ha puesto de relieve la fragilidad del sistema eléctrico y la necesidad urgente de inversiones en infraestructura. La situación de Redeia es un reflejo de los desafíos que enfrenta el sector, y la forma en que la empresa responda a estas presiones será determinante para su futuro y el de la red eléctrica en España.