El asedio a la Franja de Gaza por parte de Israel ha generado un intenso debate en la Asamblea General de la ONU, que se lleva a cabo esta semana en Nueva York. En un esfuerzo coordinado, el Grupo de La Haya, una alianza internacional liderada por Colombia y Sudáfrica, organizó un encuentro con 32 países para coordinar un plan de acción que busque «poner fin a la impunidad» de Israel. Este movimiento tiene como objetivo imponer sanciones debido a la devastación que ha sufrido el enclave palestino.
La reunión se centró en la situación de los territorios palestinos ocupados y se llevó a cabo en el marco de la #UNGA80. La Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, quien lideró la reunión, destacó la importancia de apoyar a la Autoridad Palestina, el gobierno que administra áreas limitadas de Cisjordania. La iniciativa busca asegurar que este gobierno pueda continuar su labor en pro de la paz y la estabilidad en la región, además de avanzar hacia una solución de dos estados.
Durante el evento del Grupo de La Haya, que se realizó simultáneamente al discurso del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, varios delegados de diferentes países se levantaron y abandonaron la sala como señal de protesta ante las acciones israelíes contra la población de Gaza. Un total de 34 naciones, incluyendo España, Irlanda, Noruega, Turquía, Jordania, Arabia Saudí, México, Chile, Brasil y Qatar, presentaron un conjunto de medidas legales, diplomáticas y económicas.
El comunicado del Grupo de La Haya establece que el objetivo de estas acciones es «la respuesta global a los crímenes constantes de Israel, estableciendo un modelo para que todos los Estados cumplan de inmediato con sus obligaciones y creando mecanismos sólidos de rendición de cuentas». Entre las medidas propuestas se incluye la prohibición de exportaciones e importaciones de armamento para uso militar dirigido a Israel, así como el rechazo a que los envíos de armas de terceros países hagan escala en sus puertos.
Además, se solicitó revisar los contratos públicos para evitar el financiamiento a instituciones que apoyen la ocupación, exigir el fin de la impunidad ante la Corte Internacional de Justicia e imponer un embargo energético a Israel. El Grupo de La Haya enfatizó que estas propuestas no deberían ser opcionales, sino vinculantes en virtud de la Convención sobre el Genocidio, las opiniones consultivas de la Corte Penal Internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas.
Los líderes de la iniciativa, Colombia y Sudáfrica, afirmaron que «la elección que cada Gobierno tiene ante sí es clara: complicidad o cumplimiento del derecho internacional. La historia nos juzgará no por los discursos que pronunciamos, sino por las acciones que tomamos». El embajador de Palestina ante la ONU, Riyad Mansour, también estuvo presente en la reunión y destacó que este plan podría significar un «punto de inflexión» para lograr la rendición de cuentas por parte de Israel, lo que consideró un paso fundamental para hacer justicia con el pueblo palestino.
La situación en Gaza ha sido objeto de críticas internacionales, y la presión sobre Israel ha ido en aumento a medida que más países se unen a la causa. La comunidad internacional está observando de cerca cómo se desarrollan estos eventos y qué medidas concretas se implementarán en respuesta a la crisis humanitaria en la región.
La Asamblea General de la ONU se ha convertido en un escenario clave para discutir la situación en Gaza y las acciones de Israel. A medida que más países se suman a la iniciativa del Grupo de La Haya, se espera que la presión sobre el gobierno israelí aumente, lo que podría llevar a cambios significativos en la política internacional hacia el conflicto israelo-palestino. La comunidad internacional está en un punto crítico, donde las decisiones tomadas en este foro podrían tener repercusiones duraderas en la región y en las relaciones internacionales en general.