Los vehículos históricos que aparquen en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) del distrito Centro de Madrid enfrentarán un recargo del 50% en la tasa de aparcamiento regulado (SER). Esta medida fue aprobada recientemente en el Pleno del Ayuntamiento y forma parte de una modificación de la Ordenanza Fiscal que regula esta tasa. La decisión ha generado un amplio debate sobre su impacto y justificación, especialmente entre los propietarios de estos coches que, hasta ahora, solo pagaban la tarifa base.
### Contexto Normativo y Justificación de la Medida
La Ordenanza de Movilidad Sostenible, que se aprobó en 2018 y se modificó en 2021, permitió la entrada de vehículos históricos, aquellos con más de 50 años, a la ZBE. Sin embargo, en 2024, el área de Urbanismo, Medioambiente y Movilidad solicitó a Economía y Hacienda que adaptara la tasa SER para incluir un recargo para estos automóviles. La delegada de Economía, Innovación y Hacienda, Engracia Hidalgo, defendió la medida argumentando que «la norma no es lo que más vale, es la coherencia», aunque reconoció que el impacto económico de esta decisión sería mínimo.
La justificación detrás de este recargo se basa en la clasificación de los vehículos históricos como más contaminantes en comparación con otros tipos de vehículos. Anteriormente, los coches con etiqueta B, que son considerados menos contaminantes, ya enfrentaban un recargo del 20%. Con la nueva normativa, los vehículos históricos se equiparan a este criterio de penalización, lo que ha generado críticas por parte de algunos sectores, incluyendo el PSOE, que argumenta que el aumento de ingresos por esta medida sería insignificante, estimando que no superaría los 100 euros.
### Definición y Requisitos de los Vehículos Históricos
En España, un coche histórico se define según una serie de criterios establecidos en el Reglamento de Vehículos Históricos (Real Decreto 1247/1995 y sus modificaciones). Para que un vehículo sea considerado histórico, debe cumplir con los siguientes requisitos:
1. **Antigüedad**: Debe tener 30 años o más desde su fecha de fabricación o, si esta no se conoce, desde la primera matriculación.
2. **Valor cultural o singularidad**: Debe estar incluido en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español, haber participado en acontecimientos históricos, haber pertenecido a personalidades relevantes o presentar características singulares que lo hagan valioso para la conservación del patrimonio automovilístico.
3. **Conservación original**: Es necesario que mantenga las piezas, componentes y estética originales. En caso de restauración, esta debe respetar las especificaciones de fábrica.
4. **Homologación**: Un laboratorio oficial o servicio técnico especializado debe certificar sus características. Posteriormente, la comunidad autónoma correspondiente lo inscribe como “vehículo histórico” y la Jefatura de Tráfico lo matricula con una matrícula específica que comienza con la letra H.
La implementación de esta nueva tasa ha generado un debate sobre la viabilidad de mantener vehículos históricos en circulación, especialmente en áreas urbanas donde las regulaciones de emisiones son cada vez más estrictas. Los propietarios de estos coches, muchos de los cuales son apasionados coleccionistas, se enfrentan a un dilema: pagar más por aparcar sus vehículos o buscar alternativas que les permitan disfrutar de su pasión sin incurrir en costos adicionales.
### Reacciones y Perspectivas Futuras
La reacción a esta medida ha sido variada. Mientras que algunos apoyan la idea de penalizar a los vehículos más contaminantes, otros consideran que los coches históricos, por su naturaleza y valor cultural, deberían recibir un trato preferencial. La discusión se centra en cómo equilibrar la preservación del patrimonio automovilístico con la necesidad de reducir la contaminación en las ciudades.
Los propietarios de vehículos históricos han expresado su preocupación por el impacto económico que esta medida podría tener en su capacidad para disfrutar de sus coches. Muchos de ellos argumentan que estos vehículos no son utilizados como medios de transporte diarios, sino más bien como objetos de colección y disfrute en eventos especiales.
A medida que las ciudades continúan implementando regulaciones más estrictas para combatir la contaminación, es probable que se vean más cambios en las políticas que afectan a los vehículos históricos. La clave estará en encontrar un equilibrio que permita la preservación del patrimonio cultural mientras se avanza hacia un futuro más sostenible. La discusión sobre la nueva tasa de aparcamiento para vehículos históricos en Madrid es solo un ejemplo de cómo las políticas urbanas están evolucionando en respuesta a las preocupaciones ambientales y sociales.