Gottfried von Cramm es recordado no solo como uno de los mejores tenistas alemanes de la historia, sino también como un valiente opositor a las atrocidades del régimen nazi. Nacido el 7 de julio de 1909 en Nettlingen, Baja Sajonia, su carrera deportiva se desarrolló en un contexto histórico marcado por la inestabilidad política y social de Alemania. Con dos títulos en Roland Garros y una destacada participación en Wimbledon y la Copa Davis, su talento en la cancha fue indiscutible. Sin embargo, su vida personal y su orientación sexual lo convirtieron en un blanco para la persecución del régimen de Adolf Hitler.
### La Vida de un Tenista en Tiempos de Cambio
Desde joven, Gottfried mostró un gran interés por el tenis, a pesar de que sus padres deseaban que se dedicara al derecho. A los once años, decidió que su pasión era el tenis, y se trasladó a Berlín, donde se unió al Club de Tenis Alemán. En la vibrante capital, se encontró en medio de una explosión cultural y artística, pero también en un ambiente cada vez más hostil debido al ascenso del nazismo. En 1932, Von Cramm se convirtió en una estrella del tenis, siendo preseleccionado para la Copa Davis y ganando notoriedad en el circuito internacional.
A medida que el régimen nazi se consolidaba, Von Cramm se vio obligado a lidiar con las tensiones entre su carrera y su vida personal. En 1933, Hitler se convirtió en canciller y comenzó a implementar políticas que excluían a judíos y homosexuales de la vida pública. Von Cramm, que era gay y cuyo matrimonio con Lisa von Dobeneck, de ascendencia judía, lo ponía en una situación precaria, se convirtió en un objetivo del régimen. A pesar de su estatus como atleta de élite, la presión sobre él aumentó, y se le exigió que se alineara con los ideales nazis.
### Resistencia y Valor en la Cancha
A pesar de las amenazas y la persecución, Von Cramm se negó a ser utilizado como un símbolo del régimen. En 1934 y 1935, ganó dos veces Roland Garros y se convirtió en un ícono del tenis. Sin embargo, su integridad y principios lo llevaron a desobedecer las órdenes del régimen. En un partido de la Copa Davis, a pesar de que Alemania había ganado, Von Cramm informó al árbitro que había tocado la pelota, lo que resultó en la pérdida del punto y, eventualmente, del partido. Esta acción le valió la ira de los nazis, quienes lo acusaron de deshonrar a su país. Su respuesta fue contundente: «A mí me educaron con la mentalidad de que este es un deporte de caballeros, así que no he deshonrado a mi país, sino lo que he hecho ha sido más bien honrarlo».
La situación de Von Cramm se volvió más complicada cuando fue acusado de homosexualidad en 1938. Fue encarcelado y, aunque fue liberado tras seis meses gracias a la presión de sus amigos, su vida nunca volvió a ser la misma. La guerra estalló y, en 1940, fue enviado al frente ruso, donde sufrió graves congelaciones en las piernas. A pesar de su valentía en combate, el recuerdo de su vida anterior como tenista y su lucha contra el régimen nazi lo acompañaron hasta el final.
Gottfried von Cramm no solo dejó un legado en el mundo del tenis, sino que también se convirtió en un símbolo de resistencia y dignidad en tiempos de opresión. Su historia es un recordatorio de que, incluso en las circunstancias más adversas, la integridad y el valor pueden prevalecer. Tras la guerra, continuó su vida en Sajonia y se retiró del tenis en 1949, trabajando en la Federación Alemana y como importador de algodón. Falleció el 8 de noviembre de 1976 en un accidente de tráfico en El Cairo, dejando atrás un legado que trasciende el deporte y se adentra en la historia de la lucha contra la tiranía.