El año 2026 se perfila como un periodo de cambios significativos en el ámbito tributario en España, especialmente con la implementación de nuevas normativas que afectarán a empresas y trabajadores autónomos. Una de las medidas más destacadas es el Real Decreto 253/2025, publicado el 2 de abril en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que permitirá a la Agencia Tributaria (AEAT) acceder a las transferencias realizadas a través de Bizum. Esta decisión busca asegurar que cada individuo tribute de manera correcta y evitar el enriquecimiento ilícito.
### Acceso Directo a las Transferencias de Bizum
Hasta ahora, los bancos estaban obligados a informar sobre los movimientos que superaran los 10.000 euros. Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2026, la AEAT tendrá acceso mensual y directo a la información de cada operación financiera realizada mediante Bizum, tanto en envíos como en recepciones de dinero. Esta medida se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio para combatir el fraude fiscal, que ha ido en aumento en los últimos años, especialmente con el uso de plataformas digitales para realizar transacciones.
Según datos de Hacienda, en 2024 se registraron aproximadamente 58 millones de transferencias a través de Bizum, con un valor total de 3.107 millones de euros. La responsable del área Fiscal y Contable de la asesoría Sincro, Cristina Godín, ha señalado que la limitación de 1.000 euros para los pagos en efectivo a empresas y profesionales ha llevado a muchos a normalizar el uso de Bizum como una forma de evitar declarar ingresos.
### Implicaciones para Empresas y Autónomos
Los negocios que utilicen Bizum para cobrar deberán estar preparados para cumplir con las nuevas normativas. Hacienda ha diseñado el Modelo 170, que obligará a las entidades bancarias a informar sobre todos los movimientos de pagos realizados mediante Bizum, así como los ingresos registrados en terminales de punto de venta (TPV). Esto significa que, aunque las transferencias ocasionales entre particulares no estaban bajo el foco del fisco, a partir de 2026, cualquier transacción a través de Bizum será susceptible de ser auditada.
Esta medida no solo afectará a los autónomos y pequeñas empresas, sino también a los consumidores que utilizan Bizum para realizar pagos cotidianos. La AEAT busca así tener un control más exhaustivo sobre las transacciones económicas, lo que podría llevar a un aumento en la recaudación fiscal, pero también a un mayor escrutinio sobre las finanzas personales de los ciudadanos.
La implementación de estas normativas ha generado diversas reacciones en el ámbito empresarial y entre los consumidores. Algunos ven la medida como un paso necesario para combatir el fraude fiscal, mientras que otros la consideran una invasión a la privacidad financiera. La preocupación radica en cómo se gestionará esta información y qué medidas se tomarán para proteger los datos personales de los usuarios.
### Preparación para el Cambio
Con la llegada de estas nuevas regulaciones, es crucial que tanto empresas como autónomos se preparen adecuadamente. Esto incluye la actualización de sus sistemas contables y la capacitación del personal para garantizar el cumplimiento de las normativas fiscales. Además, es recomendable que los usuarios de Bizum se informen sobre cómo estas medidas pueden afectar sus transacciones diarias y su declaración de impuestos.
La AEAT ha indicado que el objetivo de estas medidas es crear un sistema más transparente y justo, donde todos los ciudadanos contribuyan equitativamente al sostenimiento del Estado. Sin embargo, la implementación de estas normativas requerirá un esfuerzo conjunto entre la administración tributaria y los contribuyentes para asegurar que se cumplan los objetivos sin afectar la economía de los ciudadanos.
En resumen, el 2026 traerá consigo cambios significativos en la forma en que se gestionan las transacciones financieras en España. La AEAT busca fortalecer su capacidad de supervisión y control sobre las operaciones realizadas a través de Bizum, lo que podría tener un impacto considerable en la manera en que empresas y particulares manejan sus finanzas. La adaptación a estas nuevas normativas será clave para evitar sanciones y asegurar el cumplimiento de las obligaciones fiscales.