Aunque el Coliseo de Roma es el monumento más famoso asociado a Italia, el anfiteatro romano que se conserva en mejor estado se encuentra en la ciudad tunecina de El Jem. Este impresionante sitio arqueológico, ubicado en el norte de África, ofrece un testimonio excepcional de la ingeniería y el esplendor del Imperio Romano. A través de su cuenta de Instagram, el viajero Diego, conocido como @diegosworld, ha visibilizado el monumento, destacando su importancia histórica y arquitectónica.
### Historia y Construcción del Anfiteatro
Levantado en el siglo III d.C., el anfiteatro de El Jem formaba parte de la ciudad de Thysdrus, un importante centro comercial ligado a la producción de aceite de oliva. Con capacidad para 35,000 espectadores, en su época albergaba combates de gladiadores y espectáculos que reflejaban la riqueza de la región y su estrecha relación con Roma. La construcción del anfiteatro es notable por su diseño ingenioso y su uso de materiales de alta calidad, lo que ha permitido su conservación a lo largo de los siglos.
El anfiteatro es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura romana, con un diseño elíptico que permite una excelente visibilidad desde cualquier punto. La estructura exterior permanece completa, y los visitantes pueden recorrer libremente gradas, pasillos y sótanos, lo que ofrece una experiencia inmersiva en la historia del lugar. A diferencia del Coliseo de Roma, donde las largas colas y los altos precios pueden desanimar a los turistas, El Jem ofrece una entrada económica y un ambiente tranquilo, ideal para disfrutar del monumento sin aglomeraciones.
### Conservación y Reconocimiento
El estado de conservación del anfiteatro de El Jem es impresionante. La estructura ha sobrevivido a terremotos y conflictos a lo largo de los siglos, gracias a su construcción completamente en piedra tallada, que no requiere cimientos profundos. Durante la Edad Media, algunas partes del anfiteatro se utilizaron como refugio y fortaleza, lo que contribuyó a preservar su integridad.
Reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad desde 1979, El Jem sigue siendo un destino poco conocido para muchos turistas. Sin embargo, su belleza y su historia lo convierten en un lugar de visita obligada para aquellos que buscan explorar la herencia cultural del Imperio Romano. La luz del desierto y la calma del entorno permiten a los visitantes imaginar la vida de la antigua Roma, haciendo de este anfiteatro una joya escondida en el norte de África.
El Jem no solo es un monumento histórico, sino también un símbolo de la rica historia de Túnez y su conexión con el pasado romano. La ciudad de El Jem, con su anfiteatro como protagonista, ofrece una experiencia única que combina historia, cultura y belleza natural. A medida que más viajeros descubren este lugar, se espera que su popularidad crezca, permitiendo que más personas aprecien su magnificencia y su importancia en la historia del mundo.