El panorama laboral en España ha sido objeto de análisis reciente tras la publicación de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al tercer trimestre de 2025. Este informe revela un aumento en el número de desempleados, así como un crecimiento en la ocupación, lo que plantea interrogantes sobre la calidad del empleo y la sostenibilidad del mercado laboral en el país.
**Crecimiento del Desempleo y Aumento de la Ocupación**
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número total de desempleados ha aumentado en 60.100 personas, lo que representa un incremento del 2,3% en comparación con el año anterior. A pesar de este aumento en el desempleo, la ocupación ha crecido en 118.400 puestos, alcanzando un total de 22,3 millones de ocupados. Sin embargo, es importante destacar que este crecimiento en la ocupación se ha visto impulsado en gran medida por la estacionalidad, lo que plantea dudas sobre la estabilidad de estos empleos.
La tasa de desempleo se sitúa en el 10,45%, lo que indica un ligero aumento respecto al trimestre anterior. Este incremento contrasta con el descenso de 1.200 desempleados registrado en el mismo periodo del año anterior. A pesar de que el número de ocupados ha crecido, la realidad es que el mercado laboral español sigue enfrentando desafíos significativos, especialmente en términos de precariedad y temporalidad.
El Ministerio de Economía ha celebrado estos datos, argumentando que reflejan un dinamismo en el mercado laboral. Sin embargo, la realidad es más compleja. Aunque se ha registrado un aumento en los contratos indefinidos, que alcanzan casi 75.000 en el tercer trimestre, también se ha observado un repunte en el empleo temporal, con un incremento de 54.400 asalariados temporales. Esto sugiere que, a pesar de los avances en la creación de empleo, la precariedad sigue siendo un problema persistente.
**Desafíos para los Autónomos y el Empleo Público**
Otro aspecto preocupante es la disminución del número de trabajadores autónomos, que ha caído en 10.500 personas. Este dato es alarmante, ya que los autónomos son una parte fundamental del tejido económico español. La pérdida de empleos en este sector puede tener repercusiones significativas en la economía local y nacional. La percepción de que el Gobierno está dificultando la vida a los autónomos se ha vuelto cada vez más común, lo que podría llevar a una mayor desconfianza entre los trabajadores por cuenta propia.
Por otro lado, el empleo público ha continuado aumentando, con un incremento de 10.800 personas, lo que eleva el número total de empleados públicos a aproximadamente 3,6 millones. Este crecimiento en el sector público puede ser visto como una respuesta a la necesidad de servicios públicos, pero también plantea preguntas sobre la sostenibilidad de este modelo a largo plazo, especialmente en un contexto de creciente deuda pública.
La tasa de actividad ha aumentado levemente, alcanzando el 59,3%, lo que indica que más personas están buscando empleo. Sin embargo, es crucial contextualizar estos datos, ya que la tasa de desempleo en España sigue siendo significativamente más alta que la media de la eurozona y de la OCDE. Esto sugiere que, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por mejorar la situación laboral, España sigue enfrentando retos importantes en comparación con otros países europeos.
**Perspectivas Futuras y Necesidad de Reformas**
La situación actual del mercado laboral en España requiere una atención urgente. A pesar de los datos que indican un crecimiento en la ocupación, la calidad del empleo sigue siendo una preocupación. La precariedad y la temporalidad son problemas que deben ser abordados de manera efectiva para garantizar un futuro laboral más estable y seguro para todos los trabajadores.
Las políticas laborales deben centrarse en la creación de empleos de calidad, que ofrezcan estabilidad y seguridad a los trabajadores. Esto incluye la necesidad de revisar las condiciones laborales, así como de fomentar un entorno que apoye a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas, que son fundamentales para la economía española.
Además, es esencial que el Gobierno tome medidas para reducir la tasa de desempleo, que sigue siendo una de las más altas de Europa. Esto podría incluir la implementación de programas de formación y reciclaje profesional, así como incentivos para la contratación de jóvenes y desempleados de larga duración.
En resumen, aunque se han logrado algunos avances en el mercado laboral español, los desafíos son significativos. La precariedad, la temporalidad y la situación de los autónomos son cuestiones que requieren atención inmediata para asegurar un futuro laboral más prometedor y sostenible para todos los ciudadanos.
