El índice Ibex 35, que representa a las principales empresas cotizadas en la Bolsa de Madrid, ha comenzado la sesión del miércoles con una caída cercana al 1%, lo que lo ha llevado a situarse por debajo de la barrera psicológica de los 16.000 puntos. Este descenso se alinea con la tendencia observada en otras bolsas europeas, donde se registraron caídas del 0,73% en Fráncfort, del 0,69% en París, del 0,63% en Milán y del 0,35% en Londres. La situación actual refleja un clima de incertidumbre en los mercados, exacerbado por las recientes correcciones en Wall Street y los temores sobre una posible burbuja en el sector de la inteligencia artificial.
En los primeros minutos de la sesión, las acciones que mostraron un mejor desempeño en el Ibex 35 fueron Colonial, con un incremento del 0,37%, Solaria con un 0,36% y Naturgy, que subió un 0,77%. Sin embargo, el panorama no es tan optimista para otras compañías. Grifols, una de las empresas más afectadas, comenzó la jornada con una caída del 5,36%. Esta situación se debe en parte a la reciente publicación de sus resultados financieros, que, a pesar de mostrar un beneficio neto de 304 millones de euros hasta septiembre, más del triple que en el mismo periodo del año anterior, no han logrado calmar las inquietudes de los inversores.
La empresa ha elevado su previsión de ingresos para 2025 a más de 7.600 millones de euros, superando las expectativas anteriores, pero el efecto ‘ex dividendo’ ha impactado negativamente en su cotización. Por otro lado, CaixaBank y BBVA también han visto descensos en sus acciones, con caídas del 2,18% y 2,02%, respectivamente. La presión sobre estas entidades se debe a la percepción del mercado sobre su exposición a riesgos económicos y financieros.
La atención de los inversores se centra también en Telefónica, cuyo presidente, Marc Murtra, ha confirmado la salida de la compañía de mercados como Venezuela, México y Chile. Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia para reducir la exposición de la empresa a Hispanoamérica, donde ha enfrentado desafíos significativos en los últimos años. La reestructuración de Telefónica podría tener implicaciones importantes para su valoración en el mercado y su capacidad para generar ingresos en el futuro.
En el contexto internacional, las caídas en las bolsas europeas se producen tras las fuertes correcciones observadas en Wall Street. El índice Nasdaq, que agrupa a las principales empresas tecnológicas, cayó un 2,04%, mientras que el S&P 500 y el Dow Jones de Industriales también experimentaron descensos del 1,17% y 0,53%, respectivamente. Esta tendencia se ha visto impulsada por el aumento de la volatilidad en el mercado, medida por el índice Vix, que se disparó casi un 11%. Las acciones de Palantir, una empresa de inteligencia artificial, fueron particularmente afectadas, con una caída del 8% a pesar de haber publicado resultados mejores de lo esperado. Los analistas advierten que la relación entre el valor de Palantir y sus resultados es muy alta, lo que genera presión sobre la empresa para mantener un crecimiento constante.
Otras empresas tecnológicas también sufrieron caídas significativas, como Intel, Nvidia, Oracle y AMD, que vieron sus acciones caer entre un 3,7% y un 6%. Este comportamiento refleja la creciente preocupación en torno a la sostenibilidad del crecimiento en el sector de la inteligencia artificial, que ha sido uno de los motores del mercado en los últimos años. La incertidumbre sobre la valoración de estas empresas y su capacidad para cumplir con las expectativas del mercado ha llevado a muchos inversores a adoptar una postura más cautelosa.
En el ámbito de las materias primas, el precio del barril de crudo Brent, que es el referente para Europa, ha descendido un 0,12% y se sitúa en 64,36 dólares, mientras que el crudo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Estados Unidos, ha bajado un 0,15%, alcanzando los 60,47 dólares. En el mercado de divisas, el euro se cotiza a 1,1489 dólares, mientras que el interés exigido al bono a 10 años ha disminuido hasta el 3,150%. Estos movimientos reflejan la interconexión entre los mercados financieros y las tensiones económicas globales, que continúan influyendo en la confianza de los inversores y en la dirección de los índices bursátiles.
