La situación actual de la red de distribución eléctrica en España es alarmante. Según la patronal eléctrica Aelec, un 83,4% de esta red se encuentra saturada, lo que impide la conexión de nueva demanda. Esta advertencia llega en un momento crítico, especialmente tras el apagón masivo que afectó a la Península el pasado 28 de abril. Las eléctricas han manifestado su preocupación, subrayando la necesidad de inversiones significativas y una retribución adecuada para poder afrontar la creciente demanda eléctrica.
La saturación de la red no solo afecta a los consumidores, sino que también tiene implicaciones económicas profundas. La falta de capacidad para conectar nuevas demandas ha llevado a las eléctricas a rechazar casi la mitad de las solicitudes de conexión el año pasado, lo que ha bloqueado inversiones potenciales por un valor de hasta 60.000 millones de euros. Este escenario es insostenible y requiere una respuesta inmediata por parte de las autoridades y los reguladores del sector.
### La Necesidad de Inversiones y un Modelo Retributivo Adecuado
Aelec ha hecho un llamado claro: es imprescindible aumentar las inversiones en la red de distribución y digitalizarla para mejorar su capacidad. La patronal ha solicitado un modelo retributivo que sea coherente y estable, asegurando la recuperación de las inversiones realizadas. Actualmente, la propuesta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) establece una retribución del 6,46% para el periodo 2026-2031, que está muy por debajo de lo que el sector considera necesario, que es del 7,5%.
José Bogas, CEO de Endesa, ha calificado esta propuesta de «austericidio», mientras que Ignacio S. Galán, presidente de Iberdrola, ha señalado que el porcentaje propuesto envía «señales claramente negativas» al mercado. Francisco Reynés, de Naturgy, también ha advertido sobre la necesidad de que la remuneración de las inversiones en redes eléctricas sea suficientemente atractiva para los inversores. Sin un marco retributivo adecuado, las empresas del sector podrían verse obligadas a reducir sus inversiones, lo que agravaría aún más la situación de saturación.
Además de la retribución, Aelec ha enfatizado la importancia de contar con una planificación ágil y mecanismos que permitan reforzar la red donde la demanda lo requiera. Esto es crucial para evitar cuellos de botella que frenen la transición energética y para liberar capacidad que permita conectar a la industria, la vivienda y la movilidad eléctrica. Sin estas condiciones, el potencial de las energías renovables en España podría desaprovecharse, limitando el crecimiento económico y la competitividad del país.
### La Respuesta del Gobierno y el Futuro de la Electrificación
En medio de esta crisis, el Ministerio para la Transición Ecológica ha afirmado que desde 2020 se ha otorgado acceso a la red a peticiones suficientes para doblar la demanda nacional, lo que incluye proyectos de centros de procesamiento de datos, iniciativas industriales y planes urbanísticos. Sin embargo, la realidad es que la saturación de la red sigue siendo un obstáculo significativo para el desarrollo de estos proyectos.
La urgencia de evolucionar hacia un nuevo modelo energético ha sido destacada por líderes del sector, como José Carlos Díaz Lacaci, CEO de SotySolar. Él ha señalado que la dependencia de una producción centralizada hace que el sistema sea vulnerable y ha abogado por el autoconsumo y las comunidades energéticas como parte de la solución. Estas alternativas no solo generan energía limpia en el lugar donde se consume, sino que también reducen la presión sobre la red y ofrecen seguridad energética tanto a hogares como a empresas.
La situación actual de la red eléctrica en España es un claro reflejo de la necesidad de un cambio estructural en la forma en que se planifican y gestionan las infraestructuras energéticas. Con el creciente enfoque en la electrificación y la transición ecológica, es fundamental que se tomen medidas decisivas para garantizar que la red pueda soportar la demanda futura. La falta de acción podría resultar en un estancamiento del progreso hacia un sistema energético más sostenible y eficiente, lo que tendría repercusiones no solo para el sector eléctrico, sino para la economía en su conjunto.
A medida que se acerca la comparecencia de la presidenta de Redeia en el Senado, se espera que se arroje más luz sobre las causas del apagón de abril y las medidas que se están tomando para evitar que se repita una situación similar. La presión sobre el Gobierno para que actúe de manera efectiva y rápida es más fuerte que nunca, y el futuro del sector eléctrico en España depende de ello.