La relatora de la ONU sobre los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, ha realizado declaraciones alarmantes sobre la situación en la Franja de Gaza, sugiriendo que el número de muertos podría ser diez veces mayor de lo que se ha reportado oficialmente. Según Hamás, alrededor de 68,000 palestinos han perdido la vida desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023. Sin embargo, Albanese sostiene que la cifra real podría ascender a 680,000, basándose en investigaciones realizadas por académicos y científicos que han analizado el nivel de destrucción en Gaza y la población que aún reside allí.
Albanese presentó estos datos en una rueda de prensa en Ginebra, donde destacó que la estimación se deriva de un estudio publicado en la revista ‘The Lancet’ en 2024. Este estudio sugiere que las muertes indirectas en conflictos armados pueden ser entre tres y quince veces superiores a las muertes directas. De acuerdo con los investigadores, se estima que unas 544,000 personas podrían haber fallecido indirectamente en Gaza, mientras que el resto de las muertes se atribuirían a las acciones de las Fuerzas Armadas israelíes.
La relatora de la ONU también enfatizó que, aunque estas cifras son difíciles de verificar debido a la falta de acceso a la Franja, si se confirman, implicarían que aproximadamente 380,000 niños menores de cinco años habrían muerto en el enclave. Albanese expresó que la verificación de estas cifras tomará años y comparó la situación actual con la catástrofe humanitaria que ocurrió en Bosnia.
En su intervención, Albanese no solo se centró en las muertes, sino que también mencionó la situación de los trabajadores humanitarios y periodistas. Informó que 1,581 trabajadores humanitarios, 252 periodistas y 346 empleados de Naciones Unidas han perdido la vida en Gaza. Además, denunció que alrededor de 10,000 palestinos han sido detenidos de manera arbitraria, lo que ha llevado a violaciones graves de derechos humanos, incluyendo torturas y privaciones de alimentos.
La relatora subrayó que la ocupación ilegal ha llevado a la destrucción de hogares, hospitales y escuelas, afirmando que más del 85% de Gaza se encuentra en ruinas. Albanese describió su papel como un «doloroso honor» al comparecer ante la prensa tras 710 días de lo que calificó como «horror absoluto». También advirtió que la operación militar israelí en Gaza no solo devastará a la población palestina, sino que también pondrá en riesgo a los rehenes que aún se encuentran en la Franja.
La situación en Gaza ha sido objeto de críticas internacionales, y Albanese ha sido una de las primeras en calificar lo que está ocurriendo como un «genocidio». La relatora también criticó el uso de armamento avanzado por parte de Israel, que ha llevado a la destrucción de barrios enteros y ha exacerbado la crisis humanitaria en la región.
La comunidad internacional ha estado observando de cerca la escalada del conflicto, y las declaraciones de Albanese han reavivado el debate sobre la necesidad de una intervención humanitaria y la protección de los derechos humanos en Gaza. La ONU ha instado a las partes involucradas a buscar una solución pacífica al conflicto, pero la situación sigue siendo tensa y volátil.
A medida que el conflicto se intensifica, la preocupación por la seguridad de los civiles en Gaza y la necesidad de asistencia humanitaria se vuelven cada vez más urgentes. La comunidad internacional enfrenta el desafío de abordar esta crisis humanitaria y encontrar formas efectivas de ayudar a la población afectada, mientras que las tensiones políticas y militares continúan complicando la situación en la región.