La lucha por mejores condiciones laborales en el sector de los bomberos forestales ha cobrado fuerza en los últimos días, con una manifestación masiva en Valladolid que reunió a alrededor de 2.000 profesionales y representantes sindicales. Esta movilización, convocada por los sindicatos UGT y CCOO, busca visibilizar las problemáticas que enfrenta este colectivo, especialmente en un contexto donde los incendios forestales han afectado gravemente a diversas comunidades autónomas, incluyendo Castilla y León.
Los manifestantes, que recorrieron las calles de la ciudad, llevaban pancartas con mensajes claros como «condiciones profesionales dignas» y «el fuego no es un negocio». La exigencia principal es la creación de plantillas estables y profesionales que estén formadas durante todo el año, en lugar de depender de contrataciones temporales que se reducen drásticamente fuera de la temporada alta de incendios. Esta situación ha llevado a que el número de bomberos forestales en verano pueda alcanzar hasta 25.000, mientras que en invierno se reduce a menos de 14.000.
### Demandas de Estabilidad y Formación Continua
Uno de los puntos más críticos que se abordaron durante la manifestación es la necesidad de contar con un operativo de bomberos forestales que no solo esté presente en momentos de crisis, sino que funcione de manera continua. Carlos Martín, coordinador estatal de Bomberos Forestales de CCOO, enfatizó que es fundamental cambiar la realidad de los dispositivos de vigilancia, prevención y extinción de incendios. La falta de personal capacitado y la improvisación en la gestión de emergencias son problemas que deben ser abordados con urgencia.
Los manifestantes también pidieron la implementación de quemas controladas realizadas por personal bien formado, lo que podría ayudar a prevenir incendios en lugar de reaccionar a ellos una vez que ya han comenzado. La precariedad laboral y la falta de inversión en formación son aspectos que, según los sindicatos, están poniendo en riesgo no solo la seguridad de los bomberos, sino también la de la población en general.
Además, se destacó la necesidad de regular adecuadamente los tiempos de trabajo, ya que el trabajo de los bomberos forestales es considerado «penoso» y «tóxico» debido a la carga física que implica. La falta de un marco normativo claro que contemple las enfermedades profesionales y los coeficientes reductores es otra de las demandas que se hicieron eco durante la manifestación.
### Críticas a la Gestión Política y la Desigualdad entre Comunidades
La manifestación no solo fue un grito de auxilio por parte de los bomberos forestales, sino también una crítica abierta a la gestión política en Castilla y León. Los manifestantes exigieron la dimisión del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, a quienes acusaron de no tomar las medidas necesarias para mejorar las condiciones laborales y de seguridad en el sector.
Francisco Javier García, responsable federal de bomberos forestales de UGT, subrayó que la falta de inversión y la precariedad laboral están causando muertes en el sector, recordando que ya se han registrado más de nueve víctimas en lo que va del año, incluyendo voluntarios. La desigualdad entre comunidades autónomas en cuanto a salarios y condiciones laborales es otro de los puntos que se mencionaron, resaltando que en Castilla y León se encuentra uno de los colectivos más maltratados del país.
Los sindicatos también hicieron un llamado a la implementación de la ley de bomberos forestales y de agentes medioambientales, que aún no ha sido aplicada en muchas comunidades. Esta falta de acción por parte de las administraciones ha llevado a que los bomberos forestales se sientan desprotegidos y abandonados por el sistema.
La situación en Castilla y León es particularmente alarmante, ya que se considera que el operativo de bomberos forestales es uno de los peor implementados a nivel nacional. Las soluciones propuestas por los políticos son vistas como parches temporales que no abordan las raíces del problema. Jorge Nieto, coordinador estatal de Agentes Forestales y Medioambientales de CCOO, enfatizó que es esencial contar con un operativo 100% público que garantice la seguridad y la eficacia en la lucha contra incendios.
La falta de un operativo profesional y permanente durante todo el año es una de las principales críticas que se han hecho. Francisco José Comuñas, delegado de Medio Ambiente de UGT en Castilla y León, recordó que el decreto que regula al personal de dirección de extinción y agentes medioambientales es del año 2007, lo que lo hace obsoleto en el contexto actual. La necesidad de un cambio radical en la gestión de emergencias y en la formación del personal es urgente, ya que la situación actual pone en riesgo tanto a los trabajadores como a la población en general.
La manifestación en Valladolid ha sido un claro ejemplo de la unión y la determinación de los bomberos forestales para luchar por sus derechos y mejorar sus condiciones laborales. La presión ejercida por los sindicatos y los profesionales del sector es un paso importante hacia la visibilización de un problema que ha sido ignorado durante demasiado tiempo. La lucha por un operativo público y profesional que funcione durante todo el año es una demanda que no solo beneficiará a los bomberos, sino que también garantizará una mejor respuesta ante las emergencias que afectan a la población.