Guillermo Fernández Vara, expresidente de Extremadura, falleció a los 66 años tras una larga lucha contra el cáncer de estómago. Su muerte, confirmada por el PSOE de Extremadura, ha dejado un profundo vacío en la política regional, donde fue una figura clave durante más de dos décadas. Su trayectoria política estuvo marcada por un fuerte compromiso con su comunidad y un enfoque en la salud pública, la educación y el bienestar social.
### Trayectoria profesional y política
Nacido en Olivenza, Badajoz, el 6 de octubre de 1958, Fernández Vara se formó en Medicina en la Universidad de Córdoba, donde se graduó en 1983. Su carrera profesional comenzó en el ámbito de la medicina forense, donde se destacó como el número uno de su promoción al ingresar en el Cuerpo Nacional de Médicos Forenses en 1986. A lo largo de su carrera, ocupó diversos cargos, incluyendo el de director del Centro Médico-Forense de Badajoz y profesor asociado en la Universidad de Extremadura, donde impartió clases de toxicología y legislación sanitaria.
Su entrada en la política se produjo en 1995, cuando fue nombrado director general de Salud Pública y Consumo de la Junta de Extremadura. Desde allí, su carrera política despegó rápidamente. En 2007, se convirtió en presidente de la Junta de Extremadura tras ganar las elecciones con una mayoría absoluta. Su liderazgo se caracterizó por un enfoque en la mejora de los servicios de salud y la educación, así como por su capacidad para conectar con los ciudadanos.
Fernández Vara fue reelegido en 2015 y 2019, consolidando su posición como uno de los líderes más influyentes del PSOE en la región. Sin embargo, en 2023, tras las elecciones, el PP, liderado por María Guardiola, logró la presidencia de la Junta, lo que marcó el fin de su mandato. A pesar de esta derrota, su legado en la política extremeña es innegable.
### Un político cercano a la gente
A lo largo de su carrera, Fernández Vara se destacó por su cercanía con los ciudadanos. Su estilo de liderazgo se basaba en la empatía y la escucha activa, lo que le permitió construir relaciones sólidas con diversos sectores de la sociedad. Su sucesora, María Guardiola, expresó su pesar por su fallecimiento, destacando que siempre le ofreció un trato cercano y sincero, independientemente de las diferencias políticas.
Fernández Vara también fue un defensor de la reconciliación dentro de su partido. A pesar de haber apoyado a diferentes candidatos en primarias, logró reconciliarse con Pedro Sánchez, quien lo incluyó en la ejecutiva federal del PSOE. Esta capacidad para unir a diferentes facciones dentro del partido fue un testimonio de su habilidad política y su compromiso con el bienestar de Extremadura.
Su legado no solo se limita a su carrera política, sino también a su impacto en la vida de las personas que conoció. Muchos lo recuerdan como un hombre accesible, dispuesto a escuchar y ayudar a quienes lo necesitaban. Su enfoque en la salud pública y el bienestar social dejó una huella duradera en la comunidad, y su trabajo en la medicina forense le otorgó una perspectiva única sobre la importancia de la salud en la vida de las personas.
En su última etapa como vicepresidente segundo del Senado, Fernández Vara continuó trabajando por su comunidad, aunque su salud se vio afectada por el diagnóstico de cáncer que recibió a finales de 2023. Su lucha contra la enfermedad fue un reflejo de su carácter resiliente y su determinación para seguir contribuyendo a la sociedad hasta el final.
La muerte de Guillermo Fernández Vara es una pérdida significativa para Extremadura y para la política española en general. Su legado perdurará en la memoria de aquellos que lo conocieron y en las políticas que implementó durante su tiempo en el cargo. Su compromiso con la salud, la educación y el bienestar social son ejemplos a seguir para las futuras generaciones de líderes políticos.