La construcción de vivienda nueva en España ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, con un aumento del 20% en 2025. Sin embargo, este avance sigue siendo insuficiente para satisfacer la creciente demanda del mercado inmobiliario. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las casas recién construidas solo representan el 9,7% de las ventas totales, lo que pone de manifiesto un déficit estructural que persiste desde la crisis de 2008. La portavoz de iAhorro, Laura Martínez, señala que el mercado lleva más de una década sin recuperar los niveles de construcción previos a la crisis, lo que ha generado una presión constante sobre los precios y ha complicado el acceso a la vivienda para muchos ciudadanos.
La crisis inmobiliaria de 2008 tuvo un impacto devastador en el sector, llevando a la construcción a niveles mínimos. Durante años, el número de viviendas iniciadas se desplomó, y aunque desde 2015 se ha observado una recuperación en las compraventas, la construcción de obra nueva apenas ha logrado despegar. Este desajuste entre oferta y demanda ha creado un escenario complicado, donde la escasez de vivienda nueva se traduce en un aumento de precios que afecta a los compradores.
### Crecimiento Irregular y Obstáculos en la Construcción
A pesar de los datos positivos recientes, el crecimiento en la construcción de viviendas ha sido irregular y ha enfrentado múltiples obstáculos. Desde 2015, el número de viviendas iniciadas ha fluctuado, con caídas significativas como la del 24% en 2023, seguida de un repunte del 38% en 2024. En 2025, la tendencia continúa con un incremento del 20%, pero esto no es suficiente para compensar el déficit acumulado de años anteriores. La falta de suelo urbanizable, los largos tiempos de tramitación y la complejidad burocrática son algunos de los principales obstáculos que enfrenta el sector.
La escasez de suelo urbanizable se ha convertido en un freno decisivo para la construcción. Los trámites administrativos son largos y complicados, y la coordinación entre el Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos es fundamental para agilizar la planificación. Martínez enfatiza la necesidad de un pacto global que permita aumentar la oferta de vivienda y simplificar los procesos administrativos.
Además, la desigualdad territorial en la distribución de la obra nueva es evidente. En las zonas con mayor presión demográfica, como Málaga y Madrid, la demanda supera con creces a la oferta. En contraste, en el interior peninsular y en áreas rurales, aunque hay terreno disponible, la demanda es débil y la abundancia de vivienda usada dificulta el inicio de nuevas promociones. Esta situación resalta la necesidad de un enfoque más equilibrado en la planificación urbanística.
### Desafíos del Mercado Inmobiliario y el Futuro de la Vivienda
El envejecimiento del parque inmobiliario español también plantea un desafío significativo. Muchas de las viviendas en los centros urbanos son antiguas, y aunque los proyectos de rehabilitación están en aumento, no logran compensar la falta de nueva construcción. Las viviendas céntricas más antiguas siguen siendo muy demandadas, mientras que los nuevos desarrollos tienden a estar más alejados del centro, lo que puede afectar la accesibilidad para muchos compradores.
El precio de la vivienda es otro factor crucial en esta ecuación. Comprar una vivienda nueva cuesta, de media, entre un 40% y un 45% más que adquirir una de segunda mano. Sin embargo, la escasez de oferta ha llevado a que ambos segmentos de mercado experimenten aumentos de precios similares, con un incremento del 12,8% en la vivienda usada y del 12,1% en la nueva, según el INE. Esta tendencia plantea el riesgo de una nueva burbuja de precios, especialmente si la oferta no se incrementa para satisfacer la demanda.
El mercado inmobiliario español se encuentra en una encrucijada. Aunque las compraventas muestran dinamismo, el desequilibrio entre oferta y demanda amenaza la sostenibilidad del sector. Los expertos coinciden en que es fundamental liberar suelo urbanizable, simplificar los trámites administrativos y recuperar los incentivos para la vivienda protegida. El reto es garantizar que la oferta se adecúe a los flujos de población y al crecimiento económico, evitando que el acceso a la vivienda se convierta en un lujo para la mayoría de los ciudadanos. La situación actual exige una respuesta coordinada y efectiva para abordar los desafíos que enfrenta el sector y asegurar un futuro más accesible para todos.