La reciente disputa entre OHLA y Mohari Hospitality Limited, que ha durado casi ocho años, ha llegado a un punto de inflexión con la firma de un acuerdo preliminar sobre la división de activos del Centro Canalejas en Madrid. Este complejo, que combina espacios comerciales, hoteleros y residenciales, ha sido objeto de controversia debido a las diferencias en la interpretación del contrato entre ambas partes. La situación se ha vuelto crítica para OHLA, que ha enfrentado pérdidas significativas y una gestión cuestionada desde que los hermanos Amodio asumieron el control de la compañía.
### Contexto de la disputa
Desde 2017, cuando los hermanos Amodio adquirieron una participación significativa en OHL, ahora rebautizada como OHLA, la empresa ha estado en el centro de la atención mediática por su gestión y decisiones estratégicas. La compra del 16% del capital de OHL por parte de los Amodio marcó el inicio de una serie de movimientos que culminaron en la obtención del 50% de Canalejas, un activo que se ha convertido en un símbolo de la ambición empresarial de los hermanos. Sin embargo, la falta de una venta exitosa y las pérdidas acumuladas han llevado a una situación insostenible.
La relación entre OHLA y Mohari se ha caracterizado por tensiones y desacuerdos, especialmente en lo que respecta a la interpretación del contrato que rige su colaboración en el desarrollo del Centro Canalejas. En julio del año pasado, ambas partes decidieron activar un arbitraje para resolver sus diferencias, lo que evidenció la gravedad de la situación. La falta de entendimiento entre los socios ha sido un obstáculo para el desarrollo del proyecto y ha puesto en riesgo la viabilidad financiera de OHLA.
### El acuerdo y sus implicaciones
El acuerdo preliminar alcanzado entre OHLA y Mohari implica una redistribución de los activos y de la deuda asociada al Centro Canalejas. Según los términos del acuerdo, OHLA asumirá la propiedad de la Galería Canalejas y del aparcamiento principal, mientras que Mohari se quedará con el hotel Four Seasons y otros locales comerciales. Esta división de activos es un paso crucial para ambas compañías, ya que les permitirá enfocarse en sus respectivas áreas de negocio y mejorar la gestión del complejo.
La decisión de llegar a un acuerdo se produce en un contexto donde OHLA ha reportado pérdidas de 29 millones de euros, lo que ha generado críticas sobre la gestión de los hermanos Amodio. La presión para encontrar un comprador para Canalejas ha sido constante, y el hecho de que no hayan logrado vender el activo por el precio esperado de 800 millones de euros ha llevado a la necesidad de una solución alternativa. Con este nuevo acuerdo, ambas partes esperan mejorar su situación financiera y continuar con el desarrollo del complejo, que se considera un activo emblemático de Madrid.
A pesar de las dificultades, tanto OHLA como Mohari han expresado su confianza en el crecimiento sostenido de Madrid como un destino turístico y comercial de primer nivel. En un comunicado conjunto, ambas empresas han reafirmado su compromiso con la innovación y el desarrollo sostenible, lo que sugiere que están dispuestas a trabajar juntas para garantizar el éxito del Centro Canalejas.
Sin embargo, la pregunta que queda en el aire es si este compromiso se mantendrá si surge un comprador interesado en el complejo. La historia reciente de OHLA y Mohari ha demostrado que las relaciones comerciales pueden ser volátiles, y la presión por obtener beneficios puede llevar a decisiones inesperadas.
El futuro del Centro Canalejas dependerá en gran medida de la capacidad de ambas compañías para gestionar sus activos de manera efectiva y de su disposición para colaborar en un entorno que ha sido marcado por la incertidumbre. La resolución de esta disputa es un paso positivo, pero el camino hacia la estabilidad financiera y el éxito comercial aún está lleno de desafíos.