La reciente elección en Bolivia ha marcado un hito en la política del país, con la victoria del centrista Rodrigo Paz, quien ha prometido un cambio significativo tras más de dos décadas de gobiernos de izquierda. Este nuevo liderazgo se presenta en un contexto de crisis económica y un deseo de apertura hacia el mundo, lo que ha generado expectativas tanto a nivel nacional como internacional.
**Resultados de las elecciones y contexto político**
El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia confirmó la victoria de Rodrigo Paz con un 54,5% de los votos en la segunda vuelta electoral, celebrada el 20 de octubre de 2025. Su principal oponente, el ex presidente conservador Jorge Quiroga, obtuvo un 45,5%. Esta elección es notable no solo por el cambio de liderazgo, sino también porque fue la primera vez que se llevó a cabo una segunda vuelta electoral en el país, lo que refleja un avance en el proceso democrático boliviano.
Paz, hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, ha centrado su campaña en un mensaje de «capitalismo para todos», buscando atraer a los sectores más emprendedores de la sociedad. Su enfoque incluye la promesa de créditos accesibles para emprendedores y una reducción de impuestos y aranceles para la importación de tecnología y vehículos. Este enfoque económico busca revitalizar un país que ha enfrentado dificultades económicas en los últimos años, especialmente bajo administraciones de izquierda que priorizaron políticas más intervencionistas.
**Reacciones y desafíos ante el nuevo gobierno**
La reacción a la victoria de Paz ha sido mixta. Mientras que sus seguidores celebraron el cambio, los partidarios de Quiroga han expresado su descontento, denunciando posibles irregularidades en el proceso electoral. Quiroga, por su parte, reconoció su derrota y felicitó a Paz, pidiendo calma a sus seguidores y prometiendo un seguimiento del escrutinio electoral. A pesar de las quejas, el presidente en funciones del TSE, Óscar Hassenteufel, destacó que la jornada electoral se desarrolló con normalidad y sin incidentes significativos, lo que sugiere un avance en la confianza del proceso electoral en Bolivia.
El nuevo presidente ha prometido abrir el país al mundo y trabajar con todos los sectores que deseen colaborar en su proyecto de desarrollo. Sin embargo, su gobierno enfrentará el desafío de unir a un país dividido y de lidiar con las expectativas de cambio que ha generado su campaña. La implementación de sus políticas económicas será crucial para determinar el éxito de su administración y su capacidad para abordar la crisis económica que afecta a Bolivia.
En este contexto, la comunidad internacional estará atenta a los movimientos de Paz y a cómo su gobierno se posicionará en el escenario global. La promesa de un enfoque más liberal en la economía podría atraer inversiones extranjeras, pero también requerirá un manejo cuidadoso de las relaciones con los sectores que han sido históricamente críticos de las políticas de derecha.
La elección de Rodrigo Paz representa un cambio significativo en la política boliviana, y su éxito dependerá de su capacidad para implementar reformas efectivas y de su habilidad para construir consensos en un país que ha experimentado profundas divisiones políticas en las últimas décadas. A medida que su gobierno se establece, será fundamental observar cómo se desarrollan las dinámicas políticas y económicas en Bolivia, y si el nuevo presidente podrá cumplir con las expectativas de sus votantes y de la comunidad internacional.