El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, ha logrado sortear dos mociones de censura que amenazaban su gobierno, gracias a un acuerdo inesperado con el Partido Socialista (PS). Esta situación se produce en un contexto de creciente tensión política en Francia, donde la oposición, compuesta por la extrema derecha y la izquierda radical, ha intensificado sus esfuerzos para desestabilizar al gobierno actual.
La primera moción de censura fue presentada por la diputada de La Francia Insumisa (LFI), Mathilde Panot, y contaba con el respaldo de 86 legisladores. Esta propuesta fue la que más posibilidades tenía de prosperar, pero fue rechazada con 271 votos en contra. La segunda moción, impulsada por Marine Le Pen y otros miembros de la Agrupación Nacional (RN), recibió solo 144 apoyos, muy lejos de los 289 necesarios para derribar al Ejecutivo.
### La Estrategia del Primer Ministro
La clave para que Lecornu pudiera sobrevivir a estas mociones fue su disposición a suspender la controvertida reforma de las pensiones, una de las principales demandas del PS. Este gesto fue interpretado como un intento de apaciguar a la oposición y asegurar su apoyo en un momento crítico. Durante el debate en la Asamblea Nacional, la diputada Aurélie Trouvé de LFI argumentó que la suspensión de la reforma era solo un “señuelo” y que la verdadera opción era continuar con el macronismo o romper con él. Por su parte, Mathilde Panot advirtió que tanto Lecornu como el presidente Emmanuel Macron enfrentan un futuro incierto.
El PS, que había solicitado a sus miembros votar en contra de la moción de censura, justificó su decisión al considerar que la suspensión de la reforma de pensiones era un paso positivo. Lecornu, consciente de la fragilidad de su situación, propuso una conferencia para discutir alternativas a la reforma, invitando a diversas fuerzas políticas y sindicatos a participar en el diálogo. Sin embargo, dejó claro que no aceptaría “cualquier cosa”, lo que indica que su gobierno está dispuesto a mantener una postura firme en ciertos aspectos.
### La Oposición y el Futuro Político
A pesar de la victoria momentánea de Lecornu, la oposición no se da por vencida. La LFI ha presentado una nueva moción de destitución contra el presidente Macron, un mecanismo que históricamente ha tenido poco éxito en Francia. Sin embargo, la insistencia de la oposición en cuestionar la legitimidad del gobierno actual refleja un clima de inestabilidad política que podría complicar aún más la gobernabilidad en el país.
El diputado socialista Laurent Baumel ha advertido que la no censura de esta semana no implica un pacto de no censura para el resto de la legislatura. La continuidad del gobierno dependerá de la efectividad de la suspensión de la reforma de pensiones y de la capacidad de Lecornu para hacer concesiones adicionales durante los debates sobre el presupuesto de 2026. Este presupuesto, que se prevé que incluya un esfuerzo de 30.000 millones de euros, será un tema candente en las próximas semanas, y se espera que el texto llegue al hemiciclo el próximo viernes.
El líder del PS, Olivier Faure, ha manifestado que la izquierda se unirá para corregir un presupuesto que consideran “injusto” y “recesivo”. Desde la LFI, se ha instado a los votantes y militantes socialistas a desafiar las directrices de su partido, lo que podría llevar a una fractura en la coalición de izquierda.
La situación política en Francia es un reflejo de las tensiones más amplias que enfrenta el país, donde las reformas económicas y sociales son objeto de intenso debate. La capacidad de Lecornu para navegar por estas aguas turbulentas será crucial no solo para su gobierno, sino también para la estabilidad política en Francia en los próximos años. La presión de la oposición y la necesidad de mantener el apoyo de los socialistas crean un escenario complejo que podría tener repercusiones significativas en el futuro político del país.