La situación actual de AENA, la entidad que gestiona los aeropuertos en España, ha sido objeto de atención reciente, especialmente bajo la dirección de su presidente y CEO, Maurici Lucena. Desde su llegada al cargo en julio de 2018, Lucena ha enfrentado diversos retos, incluyendo el impacto significativo de la pandemia de COVID-19 en la industria de la aviación. Sin embargo, a medida que el sector comienza a recuperarse, los ingresos de AENA ya no son una preocupación principal. En una reciente Junta de Accionistas, Lucena destacó que la previsión de crecimiento de pasajeros en los aeropuertos españoles es optimista, lo que también se traduce en un aumento de la actividad en las tiendas y restaurantes ubicados en estos espacios.
A pesar de las buenas noticias en términos de ingresos, Lucena ha señalado que existen problemas serios que requieren atención. Uno de los más preocupantes es el creciente número de personas sin hogar en los aeropuertos, especialmente en Madrid y Barcelona. Durante una rueda de prensa, Lucena describió la situación como de «extraordinaria sensibilidad», enfatizando que los aeropuertos están diseñados como infraestructuras de paso y no como lugares de pernoctación. Esta realidad plantea un desafío para los servicios sociales de los ayuntamientos, que son los encargados de abordar esta problemática de manera respetuosa y delicada.
Además, el presidente de AENA mencionó que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen la responsabilidad de mantener la seguridad en los aeropuertos, pero solo intervienen en situaciones que comprometen el orden público. Esto deja un vacío en la atención a las personas sin hogar, quienes a menudo se encuentran en situaciones vulnerables y desprotegidas.
Por otro lado, otro tema que ha surgido en las discusiones sobre AENA es el insuficiente servicio médico en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Este asunto ha sido denunciado por el sindicato Alternativa Sindical AENA/Enaire (ASAE), que ha alertado sobre la falta de recursos para atender adecuadamente a los pasajeros y al personal del aeropuerto. Según Alexia Font, enfermera y delegada del sindicato, el actual dispositivo sanitario en Barajas es insuficiente, con solo una UVI móvil y un Vehículo de Intervención Rápida (VIR) disponibles las 24 horas en la Terminal 2 y la Terminal 4, respectivamente.
En la Terminal 4 Satélite, la situación es aún más crítica, ya que solo hay un médico y dos técnicos disponibles, junto con una ambulancia básica que opera de 7 a 23 horas y que carece de personal de enfermería. Esta falta de recursos ha llevado a que se soliciten cerca de mil ambulancias al 112 de Madrid en los últimos años, lo que indica que el sistema está claramente desbordado. La situación plantea serias preocupaciones sobre la capacidad de respuesta ante emergencias médicas en uno de los aeropuertos más transitados de Europa.
La combinación de estos problemas —el aumento de personas sin hogar y la insuficiencia de servicios médicos— pone de manifiesto la necesidad de una revisión y mejora en la gestión de los aeropuertos en España. A medida que el tráfico aéreo continúa aumentando, es esencial que AENA y las autoridades locales trabajen conjuntamente para abordar estas cuestiones de manera efectiva. La atención a las necesidades de las personas sin hogar y la mejora de los servicios médicos son aspectos cruciales que no pueden ser ignorados en el contexto de la creciente actividad aeroportuaria.
En resumen, aunque AENA muestra signos de recuperación económica y crecimiento, los desafíos sociales y de salud que enfrenta requieren una atención urgente. La gestión de los aeropuertos no solo debe centrarse en los ingresos y el tráfico de pasajeros, sino también en el bienestar de todos los que transitan por estas infraestructuras, asegurando que se brinden servicios adecuados y se respeten los derechos de las personas más vulnerables.