Mediapro se enfrenta a un futuro incierto tras el rechazo de su oferta para los derechos de transmisión de LaLiga, lo que podría tener graves repercusiones económicas para la compañía. La decisión del Órgano de Control de la Gestión de los Derechos Audiovisuales se produce en un contexto de cambios significativos en la gestión de los derechos de fútbol en España, especialmente tras la entrada del fondo chino Orient Hontai en la estructura de Mediapro.
LaLiga ha adjudicado los derechos de transmisión a Host Broadcast Services (HBS) y Telefónica Servicios Audiovisuales (TSA), dejando a Mediapro fuera de la ecuación. Esta situación es especialmente crítica para Mediapro, que había sido el principal productor de contenido audiovisual para LaLiga durante años. La compañía había estado generando ingresos significativos, cerca de 82 millones de euros anuales, por la producción de contenidos relacionados con la Primera y Segunda División del fútbol español.
Sin embargo, con la nueva adjudicación, Mediapro se enfrenta a un recorte del 20% en sus ingresos, lo que se traduce en una pérdida de aproximadamente 400 millones de euros en los próximos cinco años. Esta cantidad es crucial para la empresa, que ya se encuentra en un proceso de refinanciación de una deuda de 500 millones de euros. La falta de ingresos provenientes de LaLiga podría complicar aún más su situación financiera, ya que la compañía no solo se encarga de la producción de los partidos de fútbol, sino también de otros eventos deportivos.
La relación entre Mediapro y LaLiga comenzó en 2015, cuando se estableció un acuerdo para comercializar de manera centralizada los derechos de la competición. Sin embargo, la reciente decisión de LaLiga de adjudicar los derechos a otras empresas ha puesto fin a esta colaboración, que ha sido considerada por muchos como un pilar fundamental en la producción de contenidos deportivos en España.
Mediapro ha expresado su descontento con la decisión, calificándola de «inaudita» y argumentando que su oferta era la más beneficiosa para LaLiga. La empresa ha anunciado su intención de recurrir la decisión ante la justicia, alegando que el proceso de adjudicación careció de una base objetiva y que hubo irregularidades en la selección de los adjudicatarios.
La compañía ha criticado la elección de HBS y Telefónica, argumentando que estas empresas no cuentan con la experiencia técnica necesaria ni con los recursos humanos en España para llevar a cabo la producción de los contenidos de LaLiga. Mediapro ha señalado que resulta paradójico que se busque defender a la industria española mientras se contratan a empresas extranjeras, en este caso suizas, para gestionar los derechos de transmisión.
Además, el contexto de la adjudicación se complica aún más por el hecho de que Mediapro tiene un 80% de su accionariado en manos de un fondo chino, lo que ha generado críticas sobre la nacionalidad de las empresas involucradas en la producción y transmisión de contenidos deportivos en España.
LaLiga, por su parte, ha defendido su decisión, afirmando que se ha llevado a cabo un análisis exhaustivo de las ofertas presentadas y que se ha priorizado la mejor opción para cada uno de los lotes licitados. La organización ha señalado que el proceso de adjudicación fue transparente y que se evaluaron tanto los aspectos técnicos como económicos de cada propuesta.
La situación actual deja a Mediapro en una posición vulnerable, ya que la pérdida de los derechos de LaLiga podría afectar no solo su estabilidad financiera, sino también su reputación en el sector audiovisual. La empresa ha sido objeto de controversias en el pasado, incluyendo acusaciones de sobornos relacionados con la compra de derechos audiovisuales para eventos deportivos, lo que ha añadido presión sobre su imagen pública.
A medida que se desarrolla esta nueva fase en la gestión de los derechos de fútbol en España, el futuro de Mediapro se presenta incierto. La compañía deberá encontrar nuevas formas de generar ingresos y adaptarse a un entorno competitivo que se ha vuelto más complejo con la entrada de nuevos actores en el mercado. La capacidad de Mediapro para recuperarse de esta situación dependerá de su habilidad para innovar y encontrar nuevas oportunidades en un panorama mediático en constante evolución.