Un equipo de científicos ha logrado un hito en el campo de la fertilidad al conseguir el primer nacimiento de un bebé mediante un sistema robótico de inyección de esperma. Este avance, que combina automatización e inteligencia artificial (IA), promete revolucionar los tratamientos de fertilidad, ofreciendo una mayor eficiencia y precisión en los procedimientos de concepción asistida.
El nacimiento, que tuvo lugar a principios de abril, se realizó utilizando un sistema de inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) completamente automatizado y controlado de forma remota. Este método permite la fertilización de un óvulo maduro mediante la inyección de un solo espermatozoide, eliminando la variabilidad que a menudo depende de la habilidad manual del embriólogo.
La investigación fue liderada por la empresa de biotecnología Conceivable Life Sciences, con sedes en Nueva York y Guadalajara, México. El equipo multidisciplinario de científicos ha publicado sus hallazgos en la revista Reproductive BioMedicine Online, donde detallan el funcionamiento del sistema automatizado.
Durante el procedimiento, cada una de las 23 etapas del proceso de inyección puede ser operada de manera autónoma por la IA o controlada a distancia por un operador humano. Este enfoque no solo mejora la precisión del procedimiento, sino que también reduce la carga de trabajo y el estrés en los operadores, minimizando las variaciones en el rendimiento de la técnica.
En un caso clínico, se aplicó el sistema a una mujer de 40 años que había intentado previamente la fertilización in vitro (FIV) sin éxito. En este ciclo experimental, cinco óvulos fueron tratados con la ICSI automatizada, mientras que tres se sometieron a la técnica manual como grupo de control. Los resultados fueron alentadores: cuatro de los cinco óvulos inyectados con el sistema automatizado lograron una fertilización normal, y uno de estos embriones de alta calidad progresó hasta la etapa de blastocisto, facilitando su transferencia y resultando en el nacimiento de un bebé varón sano.
Uno de los aspectos más destacados de este sistema es el uso de inteligencia artificial para optimizar cada paso del proceso. La IA se encarga de posicionar el espermatozoide dentro de la micropipeta de inyección y dirigir con precisión la microinyección en el óvulo. Según el profesor Gerardo Mendizabal-Ruiz, líder del proyecto, la IA permite seleccionar automáticamente el espermatozoide y, mediante un láser, inmovilizar su sección media con una precisión que supera la capacidad humana.
Aunque el tiempo promedio del procedimiento automatizado fue de aproximadamente 9 minutos y 56 segundos por óvulo, un poco más que el de la ICSI manual, los investigadores confían en que la duración se optimizará con el refinamiento del sistema. La estandarización de la técnica no solo mejorará la precisión del procedimiento, sino que también optimizará el momento crítico de la inyección, lo que podría derivar en una mayor supervivencia del óvulo y mejores tasas de éxito en la fertilización.
Este avance en la tecnología de fertilidad abre nuevas posibilidades para parejas que enfrentan dificultades para concebir. La automatización y el uso de IA en procedimientos médicos son tendencias en crecimiento, y este caso es un ejemplo claro de cómo la innovación puede transformar la atención médica y mejorar los resultados para los pacientes. A medida que la tecnología continúa avanzando, es probable que veamos más desarrollos en este campo que podrían cambiar la forma en que se aborda la fertilidad y la concepción asistida en el futuro.