La firma de auditoría y consultoría PwC ha tomado la decisión de cerrar operaciones en más de una docena de países, una medida que busca evitar futuros escándalos que han afectado su reputación a nivel global. Esta estrategia se ha implementado tras la presión de los ejecutivos de la firma, quienes consideran que algunas de estas operaciones son demasiado pequeñas, arriesgadas o poco rentables.
En particular, PwC ha desvinculado a diez firmas miembro en países francófonos de África, lo que ha generado un gran impacto en el negocio local. Los líderes de estas firmas han expresado su preocupación, indicando que han perdido más de un tercio de sus ingresos en los últimos años debido a la presión ejercida por la dirección global para que dejaran de atender a clientes considerados de alto riesgo. Esta situación llevó a negociaciones que culminaron en la separación de estas entidades.
La decisión de PwC de reducir su presencia en África se produce en un contexto de creciente escrutinio sobre sus prácticas. Recientemente, la firma ha enfrentado críticas por su implicación en varios escándalos internacionales, incluyendo un caso en China relacionado con la promotora inmobiliaria Evergrande, donde se descubrió que la sede local había encubierto fraudes. Este escándalo resultó en una prohibición temporal para firmar auditorías, lo que provocó una fuga de clientes.
Además, en Australia, un escándalo relacionado con el uso indebido de información confidencial por parte de un socio fiscal ha llevado a la firma a enfrentar un intenso escrutinio político. En ambos casos, la dirección global de PwC ha intervenido para reemplazar a los líderes locales, lo que refleja una estrategia más agresiva para manejar la reputación de la firma.
La situación en África ha sido particularmente complicada. Desde el escándalo de Congo Hold-Up en 2021, donde se revelaron prácticas corruptas en la República Democrática del Congo, PwC ha estado bajo un intenso control por parte de sus directivos globales. Este escándalo, que involucró a bancos auditados por PwC, ha llevado a la firma a reevaluar su enfoque en la región.
Como resultado de esta reestructuración, aproximadamente la mitad de los 30 socios de PwC en África francófona han decidido unirse a nuevas entidades, como Vinka y Mansa, que buscan ofrecer servicios de contabilidad y consultoría adaptados a las necesidades locales, pero manteniendo los estándares de calidad que caracterizan a las grandes firmas de auditoría.
PwC ha emitido un comunicado breve en su página web, indicando que la salida de las firmas en África francófona es parte de una revisión estratégica, y ha asegurado que mantendrá una presencia sólida en el continente, con planes de continuidad de servicio para sus clientes.
La decisión de PwC de reducir su red global también se alinea con las acciones de su competidor KPMG, que ha instado a sus firmas miembro más pequeñas a fusionarse para mejorar su competitividad y reducir riesgos. Esta tendencia refleja un cambio en la forma en que las grandes firmas de auditoría están abordando los desafíos del mercado actual, donde la reputación y la confianza son más importantes que nunca.
La situación de PwC es un claro ejemplo de cómo las grandes corporaciones están reevaluando sus estrategias en un entorno de creciente presión regulatoria y expectativas de transparencia. A medida que la firma busca reconstruir su reputación, será crucial observar cómo maneja sus operaciones en los mercados emergentes y cómo se adapta a las demandas de un entorno empresarial en constante cambio.