Recientemente, un equipo de astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) ha realizado un descubrimiento que desafía las nociones convencionales sobre la formación de sistemas planetarios. Han identificado un exoplaneta, denominado 2M1510 (AB) b, que orbita en un ángulo de 90 grados alrededor de un par de enanas marrones, lo que representa la primera evidencia sólida de un fenómeno teórico conocido como órbita polar en un sistema binario.
La existencia de planetas que orbitan alrededor de dos estrellas no es nueva; sin embargo, este hallazgo es único porque el planeta no sigue el mismo plano orbital que sus estrellas. Este descubrimiento se realizó utilizando el Very Large Telescope (VLT) en Chile, donde los investigadores analizaron datos de velocidad radial obtenidos con el espectrógrafo UVES. Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista Science Advances.
Las enanas marrones, que son objetos celestes con masas intermedias entre planetas gigantes como Júpiter y estrellas pequeñas, forman un sistema binario que se encuentra a aproximadamente 120 años luz de la Tierra, en la constelación de Libra. Este sistema es considerado raro, ya que presenta un fenómeno conocido como «eclipse binario», donde las dos estrellas se oscurecen mutuamente desde nuestra perspectiva.
Durante el análisis de las velocidades radiales de las enanas marrones, los investigadores notaron perturbaciones inusuales que sugerían la presencia de un tercer cuerpo con influencia gravitacional. Tras descartar otras explicaciones, el equipo liderado por el científico Thomas Baycroft concluyó que la única hipótesis coherente era la existencia de un planeta en órbita polar alrededor de las enanas marrones.
Este descubrimiento no solo confirma la posibilidad de órbitas polares, sino que también amplía nuestra comprensión sobre la diversidad de sistemas planetarios en la Vía Láctea. Hasta ahora, todos los planetas confirmados que orbitan alrededor de dos estrellas compartían el mismo plano, similar al famoso mundo de Tatooine de la saga Star Wars. Sin embargo, 2M1510 (AB) b desafía esta noción, sugiriendo que los procesos de formación y migración planetaria pueden ser más complejos y variados de lo que se pensaba.
La investigación sobre este exoplaneta abre nuevas vías para la búsqueda de otros mundos en entornos que antes se consideraban inestables o improbables para la formación de planetas. La confirmación de que un planeta puede orbitar en un plano perpendicular a sus estrellas podría llevar a los astrónomos a reconsiderar cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios en el universo.
Este hallazgo también plantea preguntas sobre la estabilidad de las órbitas en sistemas binarios y cómo los planetas pueden sobrevivir en condiciones que antes se pensaban hostiles. A medida que la tecnología y las técnicas de observación mejoran, es probable que se descubran más sistemas planetarios con configuraciones inusuales, lo que enriquecerá aún más nuestro entendimiento del cosmos.
En resumen, el descubrimiento de 2M1510 (AB) b no solo es un hito en la astronomía, sino que también representa un avance significativo en nuestra comprensión de la formación de sistemas planetarios. A medida que continuamos explorando el universo, cada nuevo hallazgo nos acerca un paso más a desentrañar los misterios de la formación y evolución de los mundos que nos rodean.