La reciente experiencia de un apagón masivo que afectó a gran parte de la población ha dejado una huella emocional significativa en los ciudadanos. Este evento inesperado no solo interrumpió la rutina diaria, sino que también provocó una serie de reacciones emocionales que muchos no estaban preparados para manejar. La psicóloga Lara Ferreiro y el profesor Antonio Cano Vindel, expertos en el campo de la psicología, han analizado cómo situaciones como esta pueden desencadenar respuestas de miedo y ansiedad, y han propuesto estrategias para afrontar estos momentos de crisis.
La tarde del apagón se convirtió en un escenario de incertidumbre y desconcierto. La falta de información clara sobre la causa del corte eléctrico llevó a muchas personas a imaginar escenarios catastróficos, alimentados por el bagaje emocional de experiencias recientes como la pandemia y otros desastres. Este fenómeno, conocido como matización pandémica, se produce cuando la mente, al no encontrar una explicación lógica, busca respuestas en su memoria emocional, activando así la amígdala, la parte del cerebro responsable del miedo.
### Reacciones Emocionales ante la Incertidumbre
Cuando ocurre un evento que rompe la normalidad, como un apagón, las reacciones emocionales siguen un patrón predecible. Según Lara Ferreiro, este proceso se puede dividir en tres fases: shock, incertidumbre y adaptación. En la fase inicial de shock, las personas se sienten desorientadas y no comprenden lo que está sucediendo. A medida que la situación se prolonga, la incertidumbre se apodera de ellos, generando preguntas como: ¿Qué está pasando? ¿Cuánto durará esto? ¿Cómo afectará a mis seres queridos?
Finalmente, llega la fase de adaptación, donde las personas comienzan a encontrar formas de lidiar con la nueva realidad. Sin embargo, el miedo puede ser una reacción inmediata y poderosa ante situaciones de peligro, incluso si este peligro no es real. La interpretación rápida de la situación puede llevar a alarmas innecesarias, lo que a su vez intensifica la ansiedad colectiva.
El profesor Antonio Cano Vindel señala que, aunque muchas de las emociones que surgen son manejables, el estrés generado por la interrupción de actividades cotidianas puede ser abrumador. La ansiedad y el miedo son respuestas naturales, pero también pueden dar paso a emociones positivas que fomentan la solidaridad y la cohesión social. En momentos de crisis, la ayuda mutua y el apoyo entre vecinos pueden ser un bálsamo para el estrés colectivo.
### Estrategias para Afrontar el Estrés Emocional
Frente a la ansiedad y el miedo provocados por eventos inesperados, es crucial contar con estrategias efectivas para gestionar el impacto emocional. Lara Ferreiro propone varias acciones prácticas que pueden ayudar a las personas a sobrellevar situaciones de crisis:
1. **Aceptar la Incertidumbre**: Reconocer que la incertidumbre es parte de la vida puede ayudar a reducir la ansiedad. Aceptar que no todo está bajo nuestro control permite una mejor adaptación.
2. **Enfocarse en el Presente**: Evitar anticipar futuros catastróficos y centrarse en el aquí y el ahora puede disminuir la ansiedad. Practicar la atención plena puede ser útil en este sentido.
3. **Mantener Rutinas**: Intentar mantener una rutina normal, aunque con flexibilidad, puede proporcionar una sensación de estabilidad en medio del caos.
4. **Reducir la Exposición a Noticias**: Limitar el consumo de noticias y redes sociales puede ayudar a evitar la intoxicación emocional que a menudo acompaña a la cobertura de crisis.
5. **Buscar Apoyo Social**: Conversar con amigos, familiares y vecinos puede ser una fuente de consuelo y ayuda mutua. Compartir experiencias y preocupaciones puede aliviar la carga emocional.
6. **Explicar a los Niños**: Es importante comunicar a los niños lo que está sucediendo de manera clara y sin alarmismos, para que también puedan entender y gestionar sus emociones.
7. **Fomentar la Empatía**: Gestos de cariño, como abrazos y apoyo emocional, pueden ayudar a liberar oxitocina, la hormona del bienestar, que contrarresta el estrés.
8. **Filtrar la Información**: Es fundamental ser críticos con la información que consumimos para evitar caer en la desinformación y el pánico.
La psicóloga también menciona que eventos como el apagón pueden ser oportunidades para el crecimiento personal y colectivo. Este tipo de experiencias pueden llevar a lo que se conoce como crecimiento postraumático, donde las personas se fortalecen y reconectan con valores esenciales como la solidaridad y la comunidad.
La confianza en las instituciones también juega un papel crucial en la gestión del miedo. La falta de comunicación clara y transparente puede amplificar la ansiedad colectiva. Por lo tanto, es esencial que los líderes se comuniquen con empatía y frecuencia durante situaciones de crisis, para proporcionar calma y dirección a la población.
En resumen, aunque un apagón masivo puede ser un evento desconcertante y aterrador, hay formas de gestionar el impacto emocional que puede generar. Con estrategias adecuadas y un enfoque en la comunidad, es posible transformar una crisis en una oportunidad para el crecimiento y la conexión humana.