Uruguay ha vivido un día de profunda tristeza y homenaje este miércoles, al despedir al ex presidente José Mujica, quien falleció a los 89 años tras una larga batalla contra el cáncer. El cortejo fúnebre, que recorrió las calles de Montevideo, fue un reflejo del cariño y respeto que el pueblo uruguayo siente por este icónico líder, conocido por su humildad y su compromiso con la justicia social.
El recorrido del cortejo comenzó en la sede de la Presidencia de la República, donde se congregaron miles de personas para rendir su último adiós a Mujica. Un carruaje tirado por seis caballos transportó su féretro, mientras la multitud aplaudía y coreaba frases en honor a su legado. Entre los asistentes se encontraban militantes del Movimiento de Participación Popular, un sector del Frente Amplio que Mujica ayudó a fundar, quienes llevaban banderas y camisetas con la frase «No me voy, estoy llegando», un eco de sus palabras al dejar la presidencia en 2015.
### Un Legado de Lucha y Esperanza
José Mujica, conocido como «Pepe», fue un símbolo de resistencia y lucha en América Latina. Su trayectoria política comenzó en la década de 1960 como miembro del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, un grupo guerrillero que luchó contra la dictadura en Uruguay. Tras ser encarcelado durante 14 años, Mujica emergió como un líder carismático y transformador, siendo elegido presidente en 2009 y sirviendo hasta 2015.
Durante su mandato, Mujica se destacó por su enfoque en políticas sociales y su defensa de los derechos humanos. Implementó reformas significativas, incluyendo la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y la regulación del mercado de la marihuana, convirtiendo a Uruguay en un referente en derechos civiles en la región. Su estilo de vida austero y su conexión con la gente común lo convirtieron en un líder querido, tanto en su país como en el extranjero.
El ex presidente también fue un defensor de la paz y la justicia social en el ámbito internacional. Su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2013, donde abogó por un mundo más justo y equitativo, resonó en todo el planeta. Mujica siempre enfatizó la importancia de la solidaridad y el respeto por los derechos de los demás, convirtiéndose en un referente para muchos activistas y líderes sociales.
### Un Luto Nacional y la Presencia de Líderes Internacionales
El gobierno uruguayo ha declarado un luto oficial de tres días en honor a Mujica, durante el cual la bandera nacional ondeará a media asta en todos los edificios públicos y embajadas. El velorio de Mujica se llevará a cabo en la tarde del mismo día, donde se espera que reciba honores de jefe de Estado. Diversos mandatarios latinoamericanos, incluidos el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, han confirmado su asistencia al funeral, lo que subraya la importancia de Mujica en la política regional.
El actual presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, expresó su pesar por la pérdida de Mujica y destacó su legado como un líder que siempre luchó por los más necesitados. En sus redes sociales, Orsi lo calificó como «presidente, militante, referente y conductor», reflejando el impacto que tuvo en la vida política y social del país.
La muerte de José Mujica no solo marca el final de una era en la política uruguaya, sino que también deja un vacío en el corazón de muchos que vieron en él un símbolo de esperanza y cambio. Su vida y su legado seguirán inspirando a generaciones futuras en la lucha por la justicia social y la equidad.
En este momento de duelo, el pueblo uruguayo se une para recordar a un hombre que, a pesar de su posición de poder, nunca olvidó sus raíces y siempre se mantuvo fiel a sus principios. La despedida a Mujica es un recordatorio de la importancia de la empatía, la humildad y el compromiso con el bienestar de los demás, valores que él encarnó a lo largo de su vida.