La vida de Samantha Vallejo-Nágera es un testimonio de pasión, dedicación y amor por la cocina y la familia. A sus 55 años, esta reconocida chef y empresaria ha logrado construir un imperio culinario que no solo se basa en su talento, sino también en su capacidad para equilibrar su vida personal y profesional. En una reciente entrevista, Samantha abrió las puertas de su hogar en Madrid, donde vive con su esposo, Pedro Aznar, y sus cuatro hijos: Cloe, Pedro, Roscón y Diego. En este colorido y luminoso espacio, la chef comparte no solo su vida familiar, sino también su trayectoria en el mundo de la gastronomía.
### Un Viaje Culinario Desde la Infancia
Desde muy joven, Samantha mostró un interés especial por la cocina, influenciada por su madre, Sabine Dèrouléde, quien siempre ha sido una gran amante de la gastronomía. Su madre la animó a estudiar un año de cocina en una prestigiosa escuela en Lyon, donde Samantha descubrió su verdadera vocación. «Aprendí un montón y fue el momento de mi vida en el que me sentí totalmente realizada como persona», comenta. Este primer paso en su carrera la llevó a Nueva York, donde continuó perfeccionando sus habilidades culinarias.
A su regreso a España, fundó su catering, «Samantha de España», que ha cumplido 30 años de éxito. A lo largo de su carrera, ha tenido la oportunidad de cocinar para una variedad de clientes, desde celebridades hasta miembros de la realeza. Sin embargo, lo que realmente la motiva es la adrenalina y la emoción que conlleva el catering. «Siempre trabajas con la adrenalina a flor de piel y es divertidísimo. A mí me gusta eso, me gusta la marcha», afirma.
### La Importancia de la Familia en Su Vida
La familia ocupa un lugar central en la vida de Samantha. Sus hijos no solo son su mayor orgullo, sino que también están comenzando a involucrarse en el negocio familiar. Cloe, de 22 años, estudia hostelería en Suiza y participa activamente en el catering cuando regresa a casa. Pedro, de 21 años, trabaja a tiempo completo en Casa Taberna, el restaurante que Samantha regenta en Pedraza, Segovia. Roscón, de 17 años, también ayuda en las bodas, mientras que Diego, el más pequeño, aún está en la escuela.
Samantha destaca la importancia de mantener una buena organización familiar. «Soy muy organizada y valoro mucho el trabajo de todas las personas que trabajan para mí. Siempre digo que tengo dos vidas: mi vida uno es la mía, la del catering, el restaurante, los niños. Y tengo la vida dos, que es la tele», explica. Esta dualidad le permite gestionar su tiempo de manera efectiva, dedicando espacio tanto a su carrera como a su familia.
La chef también comparte su preocupación por el futuro de sus hijos, especialmente en lo que respecta a la educación y la conexión con la tecnología. «Con los niños soy talibana, me peleo con ellos todos los días por ese tema; para mí, es el drama», confiesa. Sin embargo, se siente tranquila al saber que sus hijos se apoyan mutuamente y están comprometidos con su bienestar.
### Un Legado de Pasión y Trabajo Duro
Samantha Vallejo-Nágera es un ejemplo de cómo la pasión y el trabajo duro pueden llevar al éxito. A lo largo de su carrera, ha demostrado que es posible equilibrar una vida profesional intensa con una vida familiar rica y satisfactoria. Su enfoque en la cocina no solo se trata de preparar platos deliciosos, sino también de crear experiencias memorables para sus clientes y su familia.
A medida que se acerca a su 25 aniversario de matrimonio con Pedro Aznar, Samantha reflexiona sobre su vida y su carrera. «Con 55 años, estoy mejor que nunca. Creo que cumplir los 50 te da la vida. Me siento fenomenal, enérgica total!», dice con una sonrisa. Su historia es un recordatorio de que, con dedicación y amor, es posible alcanzar los sueños y construir un legado duradero.