El próximo martes, el Ministerio de Exteriores de España presentará una propuesta en el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea para otorgar la oficialidad plena al euskera, catalán y gallego a partir de 2027. Esta iniciativa busca convencer a los socios europeos sobre la importancia de incorporar estas lenguas cooficiales en las instituciones comunitarias, permitiendo su uso en la legislación y los reglamentos del Consejo y del Parlamento Europeo. La medida se enmarca en un contexto donde la diversidad lingüística es un valor fundamental para la cohesión y la identidad cultural de los Estados miembros.
La propuesta contempla la traducción de la legislación comunitaria a estas tres lenguas, aunque se aclara que no afectará a los reglamentos, dado que estos actos jurídicos son de aplicación directa en toda la Unión Europea y no requieren trasposición nacional. Según datos de la UE, durante la última legislatura se tramitaron más de 12.000 actos jurídicos, de los cuales solo el 2,6% correspondieron a reglamentos, lo que indica que la mayoría de las normativas podrían ser traducidas y adaptadas a las lenguas cooficiales.
### Compromiso Financiero del Gobierno Español
Uno de los puntos más relevantes de esta propuesta es el compromiso del Gobierno español de asumir todos los costes derivados de la oficialidad de estas lenguas en las instituciones europeas. Este aspecto se incluye como un «considerando» dentro de la propuesta, a diferencia del marco actual, que establece que la financiación de la oficialidad lingüística corre a cargo de las arcas comunitarias. Sin embargo, el Ejecutivo no ha proporcionado cifras exactas sobre el coste total de esta iniciativa, lo que ha generado cierta incertidumbre entre los países miembros.
El Ministerio de Exteriores ha reconocido que aún no existe un plan detallado sobre cómo implementar esta reforma en la práctica, considerando que actualmente hay 24 lenguas oficiales en la UE. En este sentido, se ha indicado que en los próximos meses se coordinará con todas las instituciones europeas para presentar una propuesta específica sobre los recursos materiales, técnicos y humanos necesarios para llevar a cabo esta reforma. Este proceso de coordinación será crucial para asegurar que la implementación sea efectiva y no genere conflictos entre los diferentes Estados miembros.
### Reacciones y Críticas desde la Oposición
La propuesta ha suscitado diversas reacciones en el ámbito político español. Desde la oposición, se ha interpretado como un posible pago del presidente Pedro Sánchez a sus socios parlamentarios, que incluyen a los nacionalistas Junts, ERC, Bildu, PNV y BNG. Esta percepción ha llevado a críticas sobre la motivación detrás de la iniciativa, sugiriendo que podría estar más alineada con intereses políticos internos que con un verdadero compromiso por la diversidad lingüística en Europa.
Los detractores de la propuesta argumentan que la oficialidad de estas lenguas podría complicar el funcionamiento de las instituciones europeas y generar un aumento en los costes operativos. Sin embargo, los defensores de la iniciativa sostienen que la inclusión de lenguas cooficiales no solo es un acto de justicia hacia las comunidades que las hablan, sino que también enriquecería el diálogo y la cooperación entre los Estados miembros, promoviendo una Europa más inclusiva y diversa.
A medida que se acerca la fecha de presentación de la propuesta, se espera que el debate sobre la oficialidad de las lenguas cooficiales en la UE continúe generando interés y controversia. La decisión final dependerá de la capacidad del Gobierno español para convencer a sus socios europeos de la viabilidad y la necesidad de esta reforma, así como de la disposición de estos a aceptar un cambio que podría tener un impacto significativo en la estructura lingüística de las instituciones comunitarias. La discusión sobre la diversidad lingüística en Europa es un tema que sigue siendo relevante y que refleja la complejidad de la identidad cultural en el continente.