El Gobierno de Pedro Sánchez enfrenta un momento crítico en la mitad de su legislatura, marcado por la reciente crisis de corrupción que ha sacudido al PSOE. La caída del secretario de organización del partido, Santos Cerdán, ha generado una profunda desconfianza entre los socios de la coalición, lo que ha llevado a cuestionar la estabilidad del Gobierno. A pesar de la presión, hasta ahora, ninguno de los socios ha mostrado disposición para apoyar una moción de censura junto al PP y Vox. Sin embargo, el adelanto electoral se presenta como una posibilidad cada vez más realista, lo que ha permitido al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, navegar en aguas favorables, impulsado por el desgaste del partido socialista.
A medida que se acerca la fecha de las elecciones generales, las encuestas han comenzado a reflejar un cambio significativo en el panorama político. Desde el inicio del año, y especialmente en junio, el PP ha ampliado su ventaja sobre el PSOE, en gran parte debido al impacto negativo del caso Koldo en la imagen del Gobierno. Según las últimas encuestas, el PP se posiciona en primera línea con un 34,1% de intención de voto, mientras que el PSOE se queda atrás con un 27,6%. Esta diferencia de 6,5 puntos es un indicativo claro de la erosión del apoyo hacia el partido en el poder.
### La evolución de las encuestas y su impacto en los partidos
Las encuestas realizadas durante 2025 muestran un panorama en el que el PP ha incrementado su distancia respecto al PSOE en dos puntos en los últimos seis meses. En las elecciones generales de 2023, Feijóo logró un 33,06% de los votos frente al 31,68% de Sánchez, pero las proyecciones actuales sugieren que el PP podría obtener hasta 150 escaños, lo que representa un aumento significativo en comparación con los resultados anteriores. Por su parte, el PSOE podría enfrentar una reducción drástica, cayendo a 110 escaños, lo que refleja un descenso de 11 escaños respecto a las elecciones pasadas.
Este cambio en la intención de voto no solo afecta a los dos principales partidos, sino que también tiene repercusiones en las formaciones más pequeñas. Vox, que ha experimentado un crecimiento notable, se proyecta con un 14,5% de los votos y 44 diputados, lo que representa un aumento considerable desde enero. En contraste, Sumar, que había logrado una representación significativa en las elecciones anteriores, se encuentra en una situación crítica, con proyecciones que indican que podría obtener solo el 6% de los votos y 10 escaños, lo que pone en duda su futuro político.
La dinámica entre Vox y Sumar es particularmente interesante, ya que la diferencia en la intención de voto ha crecido de 7,6 puntos a 8,5 puntos en lo que va del año. Esto sugiere que la extrema derecha está consolidando su posición, mientras que las fuerzas a la izquierda del PSOE están perdiendo terreno. Podemos, por su parte, también enfrenta dificultades, con proyecciones que indican un 4,6% de los votos y 6 escaños, lo que representa una fracción de su representación anterior.
### La influencia de las encuestas en la estrategia política
Las encuestas no solo sirven como un termómetro del apoyo popular, sino que también influyen en la estrategia política de los partidos. Con el PP liderando las proyecciones, Feijóo tiene la oportunidad de consolidar su posición y buscar alianzas estratégicas, especialmente con Vox, que podría ser crucial para alcanzar la mayoría absoluta. La suma de ambos partidos podría alcanzar los 194 escaños, lo que les permitiría formar un Gobierno sin necesidad de otros aliados, una situación que contrasta con la fragmentación que enfrenta el actual Gobierno de coalición.
Por otro lado, el PSOE y sus aliados se encuentran en una posición vulnerable. La pérdida de escaños y la disminución en la intención de voto podrían obligar a Sánchez a replantear su estrategia y buscar nuevas formas de recuperar la confianza de los votantes. La situación es aún más complicada para Sumar y Podemos, que deben encontrar maneras de revitalizar su imagen y atraer a los votantes que se están alejando hacia la derecha.
En resumen, el panorama electoral en España se presenta como un campo de batalla en el que las encuestas juegan un papel crucial. A medida que se acercan las elecciones generales, la capacidad de los partidos para adaptarse a las cambiantes dinámicas de apoyo será determinante para su éxito. La situación actual sugiere que el PP, bajo el liderazgo de Feijóo, podría estar en una posición privilegiada para capitalizar el descontento hacia el Gobierno, mientras que el PSOE y sus aliados deberán trabajar arduamente para revertir la tendencia negativa que se ha evidenciado en las últimas semanas.