En un acto que ha generado una fuerte controversia en la localidad de Molina de Segura, el Ayuntamiento, compuesto por una coalición entre el Partido Popular (PP) y Vox, ha decidido borrar un mural que rendía homenaje a las mujeres conserveras del pueblo. Esta acción ha sido interpretada por muchos como un ataque a la memoria histórica y un intento de borrar el legado de estas trabajadoras que desempeñaron un papel crucial en la industria rural de la región.
El mural, titulado ‘Estrellas en Conserva’, fue inaugurado en 2018 en la Plaza de España y fue una iniciativa del Colectivo Cuatro, dirigido por la artista Miriam Garlo. Su objetivo era recordar y honrar el trabajo de las mujeres que, a lo largo de los años, han contribuido al desarrollo económico y social de Molina de Segura, muchas de ellas en condiciones extremadamente difíciles. La obra se convirtió en un símbolo de reconocimiento y respeto hacia estas pioneras, que han sido fundamentales en la historia del municipio.
La decisión de borrar el mural ha sido denunciada por el PSOE de Molina de Segura, que ha calificado la medida como un ataque a la memoria colectiva de la localidad. Isabel Gadea, portavoz del PSOE en el municipio, ha expresado su indignación, afirmando que «este mural no era ideología, era memoria». Gadea ha subrayado que el esfuerzo de las mujeres conserveras no debe ser olvidado y que la comunidad no permitirá que se borre su legado.
Por su parte, el PP ha defendido su decisión, argumentando que es su responsabilidad mantener los espacios públicos en condiciones óptimas. En un comunicado, el partido afirmó que el mural ya no representaba un homenaje vivo, sino que se había convertido en un símbolo de abandono y deterioro, acusando a la gestión socialista de haber descuidado el mantenimiento de los espacios públicos durante su mandato.
Esta controversia no solo ha puesto de manifiesto las diferencias políticas entre los partidos en la localidad, sino que también ha abierto un debate más amplio sobre la memoria histórica y el reconocimiento de las contribuciones de las mujeres en la sociedad. La eliminación de símbolos que representan la lucha y el trabajo de las mujeres ha sido un tema recurrente en diversas partes del mundo, y el caso de Molina de Segura se suma a esta discusión.
La reacción de la comunidad ha sido intensa, con muchos ciudadanos expresando su apoyo a la preservación del mural y su significado. Las redes sociales se han inundado de mensajes de solidaridad con las mujeres conserveras y de rechazo a la decisión del Ayuntamiento. Este tipo de iniciativas artísticas no solo embellecen el espacio urbano, sino que también sirven como recordatorios de la historia y la cultura local, y su eliminación puede ser vista como un intento de borrar la memoria colectiva.
En este contexto, es importante reflexionar sobre el papel de la memoria histórica en la construcción de la identidad de una comunidad. Los murales y otras formas de arte público son herramientas poderosas para contar historias, visibilizar luchas y rendir homenaje a quienes han sido parte fundamental de la historia de un lugar. La eliminación de estos símbolos puede ser interpretada como un intento de silenciar voces que han sido históricamente marginadas.
El caso de Molina de Segura también resalta la importancia de la participación ciudadana en la defensa de la memoria colectiva. La comunidad tiene el derecho y la responsabilidad de alzar la voz ante decisiones que consideran injustas o que atentan contra su historia. La movilización social puede ser un factor clave para revertir decisiones que buscan borrar el legado de quienes han luchado por la igualdad y el reconocimiento.
A medida que la controversia continúa, se espera que surjan más reacciones y que la comunidad se una en defensa de su patrimonio cultural. La historia de las mujeres conserveras de Molina de Segura es una parte integral de la identidad del municipio, y su reconocimiento es fundamental para construir un futuro que honre el pasado. La lucha por la memoria histórica es, en última instancia, una lucha por la justicia y el reconocimiento de todas las voces que han contribuido a la construcción de la sociedad actual.