La reciente pérdida de Ana María Jaume, matriarca de la familia Escarrer, ha dejado una huella profunda en Meliá Hotels International, una de las cadenas hoteleras más importantes de España. Este acontecimiento no solo marca un momento de duelo para la familia, sino que también pone de relieve un modelo de sucesión familiar que ha sido cuidadosamente diseñado para asegurar la continuidad del negocio y la unidad familiar. La historia de Meliá es un claro ejemplo de cómo las familias empresariales pueden gestionar la transición generacional de manera efectiva, evitando conflictos internos y garantizando la estabilidad del negocio.
**Un Legado Familiar Sólido**
La historia de Meliá Hotels International se remonta a 1956, cuando Gabriel Escarrer Juliá fundó su primer hotel, el Altair. Desde entonces, la empresa ha crecido exponencialmente, contando actualmente con 362 hoteles y casi 94,000 habitaciones en su portafolio. La familia Escarrer ha estado en el centro de este crecimiento, y la reciente muerte de Ana María Jaume, quien controlaba el 54.8% de los derechos de voto de la compañía, plantea preguntas sobre el futuro de la gestión familiar.
Ana María Jaume, quien falleció el 26 de agosto de 2025, fue descrita por su hijo Gabriel Escarrer Jaume como una madre ejemplar y una figura clave en la historia de Meliá. Su legado no solo se refleja en su familia, que incluye seis hijos, 20 nietos y dos bisnietos, sino también en la cultura empresarial que ha cultivado a lo largo de los años. La familia ha trabajado unida para mantener el control de la empresa, y su enfoque en la colaboración y la toma de decisiones conjunta es un aspecto distintivo de su modelo de gestión.
**Un Sistema de Sucesión Innovador**
La sucesión en Meliá se ha estructurado de manera que todos los hermanos Escarrer Jaume participen en la gestión de la empresa. Este enfoque es poco común en las grandes empresas familiares, donde a menudo se elige a un solo miembro para liderar, mientras que los demás se convierten en rentistas. En el caso de Meliá, se ha establecido que las decisiones relacionadas con la propiedad requerirán mayorías reforzadas del 80% en el consejo de administración durante al menos cinco años, lo que garantiza que todos los hermanos tengan voz y voto en la gestión del negocio.
Este modelo de sucesión fue iniciado por Gabriel Escarrer Juliá en 2016, cuando decidió ceder todos los poderes ejecutivos a su hijo Gabriel, quien ha estado al mando del día a día de la empresa desde entonces. Este plan de sucesión fue aprobado por unanimidad por la familia, lo que demuestra un compromiso colectivo con la continuidad y el éxito de Meliá. La decisión de mantener la propiedad dentro de la familia y permitir que varios miembros participen en la gestión es un enfoque que busca evitar las luchas internas que a menudo surgen en las empresas familiares.
La estructura de propiedad de Meliá, que incluye participaciones en varias sociedades, también ha sido diseñada para proteger la empresa de posibles adquisiciones externas. En un contexto donde muchas cadenas hoteleras han sido compradas por empresas extranjeras, la familia Escarrer ha optado por un modelo que asegura que la gestión y la propiedad permanezcan en manos familiares. Esto no solo fortalece la cohesión familiar, sino que también proporciona una base sólida para el crecimiento futuro de la empresa.
**El Futuro de Meliá**
A medida que Meliá avanza hacia el futuro, la familia Escarrer se enfrenta al desafío de mantener la unidad y la colaboración entre sus miembros. Con la tercera generación de la familia, compuesta por 20 miembros, el modelo de gestión actual será puesto a prueba. Sin embargo, la historia de la familia y su enfoque en la colaboración sugieren que están bien posicionados para enfrentar estos desafíos.
La reciente muerte de Ana María Jaume es un recordatorio de la importancia de la familia en el éxito de Meliá. Su legado perdurará en la cultura de la empresa y en los valores que han guiado a la familia a lo largo de los años. A medida que Meliá continúa expandiéndose y adaptándose a un entorno empresarial en constante cambio, la familia Escarrer parece decidida a mantener su legado y asegurar que la empresa siga siendo un referente en la industria hotelera.
En resumen, la historia de Meliá Hotels International es un ejemplo de cómo una familia puede gestionar con éxito la transición generacional y mantener la unidad en un entorno empresarial desafiante. La combinación de un modelo de sucesión innovador y un fuerte compromiso familiar ha permitido a Meliá no solo sobrevivir, sino prosperar en el competitivo mundo de la hotelería.